Gran duelo


Atentado. Policí­as de Algeria observan el desastre causado por un carro bombo en la ciudad de Batna.

Batna, la ciudad del este de Argelia escenario de un atentado suicida contra el presidente Abdelaziz Buteflika, enterraba enlutada el viernes a sus muertos, que ascienden a 19, mientras la clase polí­tica expresó su condena.


El ministerio del Interior elevó el balance del atentado ocurrido el jueves por la tarde a 19 fallecidos y 107 heridos, de los que 36 ya salieron del hospital.

La explosión tuvo lugar entre una muchedumbre que esperaba el paso del presidente Buteflika, en visita a la capital de la montañosa región de Aures, bastión de la guerra de independencia (1954-62).

El suicida fue detectado por la gente por su gran excitación y entonces accionó precipitadamente la bomba que llevaba en una bolsa de plástico, de fabricación casera, según los primeros elementos de la investigación.

El jefe del Estado, que tení­a previsto volver a Argel, prolongó su estadí­a en Batna para asistir a los funerales.

Buteflika visitó el jueves a los heridos y condenó a «los criminales que intentan sabotear el proceso de paz y de reconciliación nacional».

También reafirmó que seguirá con esa polí­tica que amnistí­a a los islamistas arrepentidos que deponen las armas.

«Elegimos la reconciliación y la concordia como ví­a estratégica y no nos desviaremos jamás», dijo a las televisiones horas después del atentado.

La población de Batna, conmocionada, expresaba este viernes su «gran indignación» y «profunda tristeza» por el atentado. La consternación se dejaba traslucir en las caras de la gente mientras preparaba los entierros.

Liamine, una periodista testigo del atentado, dijo a la agencia argelina APS que fue «empujada por los cuerpos de las ví­ctimas, algunos hechos pedazos».

La clase polí­tica en su conjunto condenó el ataque, que calificó de «odioso» y «contrario a los valores del islam». También fue respaldada la polí­tica de reconciliación nacional y la lucha antiterrorista.

Hace cinco meses, dos atentados suicidas con coche bomba contra el palacio de Gobierno en Argel y una comisarí­a de las afueras de la capital causaron 30 muertos y más de 200 heridos.

Fueron reivindicados por Al Qaida en el Magreb, el antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, que entró hace un año en la red de Osama bin Laden.

Desde hace unas semanas, las autoridades endurecieron el tono contra los islamistas armados que niegan entregarse. Varios de sus jefes, entre ellos Abdelmalek Drukdel, alias Abu Mosab Abdeluadud, jefe de Al Qaida en el Magreb, fueron condenados a muerte tras un juicio en rebeldí­a.

Firme condena

El presidente ruso Vladimir Putin condenó «firmemente» el viernes el atentado suicida cometido el jueves en Batna (este de Argelia) y propuso un reforzamiento de la cooperación ruso-argelina en la lucha contra «los actos terroristas».

Un atentado suicida, que tení­a como blanco al presidente argelino Abdelaziz Buteflika pero no logró alcanzarlo, causó este jueves 22 muertos, según un nuevo balance anunciado el viernes por la radio pública.

«Condenamos firmemente este acto bárbaro y acciones parecidas de la guerrilla terrorista en Argelia», declaró el presidente ruso en un telegrama de condolencias enviado el viernes a su homólogo argelino.

«Estamos dispuesto a reforzar la cooperación ruso-argelina en la lucha contra esta calamidad mundial», añadió.

Por su parte, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores llamó en un comunicado a «una lucha resuelta y sin compromiso contra tales actos terroristas», «en la cual Rusia ha sido y seguirá siendo solidaria del gobierno y del pueblo argelinos».

Reitera amistad

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteró su amistad el viernes a su homólogo argelino, Abdelaziz Bouteflika, después del atentado perpetrado contra este último en Batna, del que salió ileso pero que causó 19 muertos.

Sarkozy llamó por teléfono a Bouteflika el viernes por la mañana «para saber noticias suyas después del atroz atentado», declaró a la prensa el portavoz del palacio presidencial del Elí­seo, David Martinon.

«Le reiteró su amistad, su compasión y la compasión de los franceses hacia las ví­ctimas y sus familiares. Le reiteró la solidaridad de las autoridades francesas con el gobierno argelino en la lucha que lleva todos los dí­as contra el terrorismo», prosiguió el portavoz.

En un comunicado publicado el jueves por la noche, Sarkozy ya condenó «sin apelación las violencias bárbaras y ciegas que sigue sufriendo el pueblo argelino», después del atentado de Batna.