«Gracias, Señor, por el futbol»


La selección chilena llega con expectativas deportivas y religiosas. FOTO LA HORA: AFP Martin BERNETTI

El jugador de la selección chilena de futbol Fabián Orellana patea un balón que vuela por encima del estadio hasta caer en manos de… Jesucristo: con esta animación, la Iglesia católica chilena da la bienvenida a su web especial sobre el Mundial de Sudáfrica.


«Gracias, Señor, por el fútbol» es el nombre de este especial consagrado en su página http://www.iglesia.cl/ a la gran fiesta de un deporte que «no sacia el hambre ni detiene las guerras», pero que «es un paréntesis» en las circunstancias más dolorosas, afirma la Conferencia Episcopal en un comunicado.

«Millones de personas en el mundo van a misa por la mañana y al estadio por la tarde. Porque somos Iglesia en misión, vivamos en el fútbol lo mejor de sus valores, junto a la ilusión de todo un pueblo en torno a la camiseta común», agrega el texto.

La página está articulada en doce temas futbolí­stico-religiosos: «Puntapié inicial (motivación)», «Las mejores jugadas (sugerencias para comunidades)», o «Relato del partido (palabra de la Iglesia sobre el partido)».

Las apelaciones al juego limpio y a honrar este deporte que «nos habla de la vida de los pueblos», no esconden las preferencias de los obispos chilenos por su selección, la Roja: el equipo es como una «mesa de todos y para todos. Y la mesa solidaria se fortalece en la alegrí­a, en el abrazo del gol y también en el abrazo de «fuerza, hermano»».

Para los creyentes que no quieran descuidar sus obligaciones durante el Mundial, los obispos chilenos proponen dos oraciones.

Una, la oficial del Mundial 2010, elaborada por sus colegas sudafricanos, que pide a Dios que «su equidad, justicia y paz, prevalezca entre jugadores y participantes» (nada dice de los árbitros).

Otra, la propuesta por los obispos chilenos, que pide a Dios «ánimo para jugar siempre limpio en el fútbol y en toda la vida, para que podamos, con tu Gracia, alcanzar el tí­tulo eterno de la Vida en Ti».

La iniciativa fue saludada por los párrocos de Santiago. Isaldo Bettin, padre de la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya, en Santiago, brasileño y gran aficionado al fútbol, dijo a la AFP que «la iniciativa es muy buena».

«Va de la mano con la programación de nuestro plan pastoral 2008-2012. Decidimos el año pasado dejar libre todo el mes del Mundial sin eventos grandes de la Iglesia para respetar la Copa del Mundo y que todos pudieran verlo sin problemas», reveló.

Gaspar Quintana merece un aparte en la página web. El obispo de Copiapó (norte) tiene el tí­tulo de entrenador y considera que ambas figuras tienen cosas en común: «son lí­deres, conductores, en cierto aspecto maestros que guí­an a un grupo humano a un objetivo común, que en el caso del deporte se traduce en la victoria y en el caso del obispo se traduce a la victoria».

Benedicto XVI también cree en las enseñanzas del fútbol, recuerda la Iglesia chilena en la web, citando al Papa: «la visión de un mundo que vibra con el juego debiera servirnos para algo más que para el entretenernos, porque si fuéramos al fondo de la cuestión, el juego podrí­a mostrarnos una nueva forma de entender la vida.»