Gracias, autoridades del Tribunal Supremo Electoral


Eduardo_Villatoro

Sí­; agradezco a los miembros de las juntas receptoras de votos, a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral y a todos los que contribuyeron a que el proceso y el cómputo de sufragios se pudiera realizar con prontitud, porque eso me permitió escribir estos apuntes de inmediato y acostarme temprano; al contrario de lo ocurrido en la primera vuelta.

Eduardo Villatoro

 


En esa oportunidad, tuve que esperar hasta la madrugada del lunes 12 de septiembre para redactar el artí­culo de esa fecha, en vista del ostensible retraso en la información oficial de los resultados, a causa de la ineptitud de muchos funcionarios electorales municipales, departamentales y nacionales, y por el número de candidatos a las alcaldí­as, a diputados al Congreso de la República y al Parlamento Centroamericano, así­ como a la decena de presidenciables, todo lo cual se conjugó para que los guatemaltecos  no tuviéramos rápido la certeza del desenlace respectivo.
 Aunque parezca frí­volo de mi parte señalar que anoche no tuve qué esperar tediosas horas para dedicarme a escribir acerca de la culminación de campañas electorales que se iniciaron casi tan pronto como el presidente ílvaro Colom inició su gestión, puesto que a las 20:25 horas escuché las primeras notas de nuestro hermoso Himno Nacional y seguidamente una señora anunció la “conferencia de prensa” que encabezó la presidenta del TSE, para informar de los resultados preliminares, que yo consideré que porcentualmente serí­an definitivos, tal como sucedió.
Me llama la atención que cada vez que los que integran el TSE dan a conocer resultados de elecciones generales, tanto en la primera como en la segunda vuelta, se avisa de que se trata de “conferencias de prensa” cuando que únicamente se anuncia el número de votos obtenidos por los candidatos a la Presidencia de la República, en el segundo de los casos, sin permitir que los reporteros de los medios locales y los corresponsales de agencias internacionales de noticias planteen alguna pregunta en torno a determinadas circunstancias inherentes a la emisión de los votos y sus consecuencias.
 Como lo habí­amos previsto algunos pocos columnistas que veí­amos con indiferencia, si no es que con cierto desdén, la pugna entablada entre los ex candidatos presidenciales Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón, y que los seguidores y simpatizantes del abanderado del Partido Patriota lo consideraban anticipadamente como un hecho consignado, el general de brigada obtuvo un cómodo triunfo con una diferencia aproximadamente del 10 % de los votos válidos, que, hasta el momento de enviar estas notas a la Redacción de La Hora, no ascendí­an al 60 % del total de los ciudadanos empadronados.
 Por el momento vale la pena reiterar la sobada frase de concederle el beneficio de la duda al Presidente electo, siempre que no sea durante 4 años, como nos ocurrió con el señor Colom y su desubicada doctrina socialdemócrata.
 (El politólogo Romualdo Tishudo consuela a un seguidor del Dr. Manuel Baldizón y cita al escritor José Saramago –La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva).