El swing de Carlos González es fluido, de apariencia fácil. Los resultados son impresionantes.
González extendió su estallido de poder bateando tres jonrones en sus últimos tres turnos, Michael Cuddyer botó la pelota con la casa llena y Dexter Fowler también jonroneó, llevando ayer a los Rockies de Colorado a una victoria de 13-5 sobre los Astros de Houston, para su tercer triunfo en fila.
«Todo lo que he estado haciendo es tratar de hacerle buenos swings a la pelota», dijo el venezolano. «Obviamente, no estoy buscando jonrones. Sólo estoy tratando de pegarle duro a la pelota y asegurarme de que está en la zona de strikes. Vi tres lanzamientos en la zona y les hice buenos swings. Los jonrones simplemente resultan. A veces simplemente hay noches especiales».
Él ha estado bien especial al plato últimamente, yéndose de 16-10, con cinco jonrones, siete empujadas y seis anotadas en sus últimos cuatro partidos. Lleva 13 jonrones en la campaña.
«Su concentración en el plato, su disciplina, son tan buenas en estos momentos como las haya visto», dijo el manager de los Rockies Jim Tracy. «Él está alcanzando un nuevo nivel».
No todo fueron buenas noticias, sin embargo, para los Rockies, que perdieron a su estelar torpedero en el séptimo episodio con una lesión en la ingle.
González rompió un empate 5-5 con un jonrón solitario en el quinto ante Lucas Harrell (4-4). Añadió un toletazo de dos carreras contra el relevista Xavier Cedeño como parte de un racimo de seis en el sexto y entonces añadió uno solitario, esta vez contra David Carpenter en el cierre del octavo.
Fue el primer partido de tres jonrones para González en su carrera. El jardinero de los Rockies tiene cuatro partidos de dos jonrones esta campaña y ocho en total.
Cuddyer conectó en el primer inning sobre el primer lanzamiento que le hizo Harrell, para el séptimo grand slam de su carrera y su segundo este año. El batazo tuvo que sobrevivir una revisión en cámara lenta por los árbitros, luego que un fanático pareciese inicialmente haber atrapado la pelota sobre el terreno.
Fowler bateó un doble y anotó una en el segundo episodio y tuvo un jonrón de tres carreras ante el relevista Rhiner Cruz en el sexto.
Harrell permitió nueve carreras y 10 hits en cinco episodios. Christian Friedrich (3-1) toleró cinco carreras y 11 hits en seis entradas, pero fue el ganador.
En Minneapolis, en tanto, los Atléticos de Oakland se ponchaban una y otra vez, y Francisco Liriano seguía disparando rectas, sliders y cambios de velocidad, justo en la zona de strike, que le había resultado tan elusiva en este año y en el anterior.
Al menos por una tarde, los Mellizos de Minnesota contaron con ese desempeño estelar que han buscado desde hace tiempo en el dominicano.
El regreso de Liriano a la rotación fue un éxito rotundo, con seis innings de blanqueada laborados por el zurdo, quien guió a Minnesota hacia un triunfo por 4-0 sobre los Atléticos de Oakland, derrotados por octava ocasión consecutiva.
«Me dije antes del juego, ‘la campaña comienza ahora para mí, así que cualquier cosa que haya hecho antes la dejaré atrás»’, relató Liriano (1-5), quien retiró a sus últimos 11 contrincantes en fila, durante un partido que duró apenas dos horas y 16 minutos.
Liriano ponchó a nueve carabineros, el mayor número en esta temporada. Regaló sólo dos boletos y permitió un doble y dos sencillos frente al equipo que peor batea en las mayores, con un promedio anémico de .210.
«Lo mejor para mí es que él conservó la compostura», dijo el receptor Drew Butera. «Tiene una recta electrizante y, evidentemente, conocemos ese slider. Cuando encuentra su repertorio y tira strikes, es un auténtico as».
Las primeras seis aperturas de Liriano en la campaña fueron tan malas que debió ser enviado al bullpen para que mejorase su mecánica. Fue bombardeado en su última salida en relevo, cuando el viernes recibió cinco hits y cuatro carreras, con dos bases por bolas, al lanzar casi tres innings ante Detroit.
Pero los Mellizos no tuvieron otro remedio que ponerle como abridor en una rotación que tiene la efectividad más alta en las mayores.
Josh Willingham conectó un sencillo remolcador y también dio un jonrón de dos carreras para los Mellizos, que lograron su primera barrida en una serie esta campaña.
En otros duelos de la Liga Americana, los Medias Blancas de Chicago superaron 4-3 a los Rays de Tampa Bay, con dos impulsadas por el cubano Alexei Ramírez, para llegar a ocho triunfos seguidos; los Azulejos de Toronto vencieron 4-1 a los Orioles de Baltimore, con un jonrón del dominicano Juan Encarnación (17); los Medias Rojas de Boston se impusieron 6-4 a los Tigres de Detroit, con un jonrón de dos carreras del dominicano David Ortiz (12).
Asimismo, los Reales de Kansas City vencieron 6-3 a los Indios de Cleveland, los Marineros de Seattle 21-8 a los Rangers de Texas, y los Yanquis de Nueva York 6-5 a los Angelinos de Los Angeles.
En la Liga Nacional, los Filis de Filadelfia doblegaron 10-6 a los Mets de Nueva York, con un jonrón del emergente panameño Carlos Ruiz, que rompió el empate; los Piratas de Pittsburgh superaron 2-1 a los Rojos de Cincinnati, con una buena faena de A.J. Burnett (4-2).
Además, los Cachorros de Chicago superaron 8-6 a los Padres de San Diego; los Bravos de Atlanta derrotaron 10-7 a los Cardenales de San Luis; los Marlins de Florida se impusieron 5-3 a los Nacionales de Washington; los Cerveceros de Milwaukee 6-3 a los Dodgers de Los Ángeles, y los Diamondbacks 4-1 a los Gigantes de San Francisco.