Militares y agentes mexicanos detuvieron ayer a Vicente Zambada Niebla, alias «El Vicentillo», uno de los líderes del poderoso cártel narcotraficante de Sinaloa encabezado por el fugado Joaquín Loera «El Chapo» Guzmán, informó hoy el Ejército mexicano.
«Personal militar logró la detención en la Ciudad de México, de Vicente Zambada Niebla alías «El Vicentillo», hijo de Ismael Zambada García alías «El Mayo Zambada» y capo de la organización» del «Chapo» Guzmán, dijo el subjefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Luis Arturo Oliver.
«El Vicentillo» se dedicaba al «control de la estructura operativa, logística y seguridad» a favor del cártel de Sinaloa y había sustituido a Alfredo Beltrán Leyva «El Mochomo», quien fue detenido a principios de 2008, «posesionándose en la estructura delictiva al mismo nivel de Joaquín Loera Guzmán», añadió el militar en conferencia de prensa.
La detención del capo y otras cinco personas, que fungían como sus escoltas, se registró ayer en la madrugada en una exclusiva zona del sur capitalino tras varias denuncias ciudadanas relaciondas con la presencia de personas armadas en varios vehículos.
Elementos del ejército y agentes federales sorprendieron a Vicentillo y a sus escoltas en tres vehículos de lujo portando tres fusiles AR-15 y tres armas cortas, así como con 67.480 pesos (unos 4.700 dólares) y 866 dólares.
Ismael Zambada y Joaquín Loera Guzmán son los máximos líderes del cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, que se enfrenta en una guerra sin cuartel contra el cártel del Golfo, fundado por Osiel Cárdenas, extraditado a EEUU, y con el cártel de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo.
Vicente Zambada es autor intelectual de diversas ejecuciones de autoridades e integrantes de otros cárteles de la droga, señaló Oliver.
«Con la detención de Vicente Zambada Niebla «El Vicentillo» se afecta significativamente la capacidad operativa y de trasiego de droga de la organización» de Guzmán, dijo un funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR).
La guerra entre cárteles de la droga dejó en México en 2008 al menos 5 mil 300 muertos, pese a que desde diciembre de 2006 el gobierno federal envió a diferentes zonas del país a 36 mil militares a combatir al crimen organizado.