Otto Pérez Molina recibe el balón de Alfredo Vila… Vila le pasa el esférico a Rafael Espada… Espada se acerca al arco… se encuentra solo con el guardameta… Dispara y ¡¡¡…
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Pareciera ser un partido de fútbol normal, hasta una chamusca entre «cuates». El pasado martes 10 de julio, un equipo conformado por los candidatos presidenciables se enfrentó a un equipo integrado por periodistas en un juego de fútbol-sala celebrado en el Domo de la zona 13.
El resultado: 5 goles marcados por los medios de comunicación contra 3 de los presidenciables, en un ambiente de extraña armonía, donde las porras se vistieron no de dos colores sino de varios, más que nada los colores que identifican a los actuales partidos políticos.
A pesar de que la actividad se realizó para apoyar un programa contra la desnutrición, impulsado por el Proyecto Iván, cada uno de los candidatos no desaprovechó la oportunidad para promocionarse a sí mismo como un paladín contra el hambre, en discursos presentados en pantalla gigante a todos los asistentes.
La concurrencia al juego estaba constituida más que nada por simpatizantes de uno y otro partido político llevados por los mismos candidatos, luego de una generosa contribución de Q1,200 quetzales para poder ingresar a 300 simpatizantes.
Pero lejos del discurso político, los problemas entre uno y otro partido se olvidaron momentáneamente por la pasión que une al mundo: el fútbol.