Las FARC consideraron hoy que se lograron avances modestos después de 10 meses de iniciados los diálogos de paz y culparon al gobierno de Juan Manuel Santos por las demoras que impiden más celeridad.
Señalaron que en la mesa no solo hablaron de los temas agrarios y de participación política sino que también tocaron otros puntos de la agenda como el de las víctimas y el de los cultivos ilícitos.
«Las FARC-EP han puesto sobre la mesa cerca de 200 propuestas mínimas para resolver los problemas rurales y los de Participación Política y ciudadana, aunque se haya llegado a algo más de 25 cuartillas de acuerdos parciales, los alcances son modestos» informó Iván Márquez, jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
«Las demoras que se hubieren suscitado por la circunstancia de variar el orden de discusión temática de la agenda, por el motivo de analizar otros asuntos de interés nacional, no son responsabilidad de las FARC» agregó Márquez, cuyo verdadero nombre es Luciano Marín.
En el comienzo de un nuevo ciclo de diálogo, Márquez reveló en un informe detalles de lo hablado y pactado en la mesa de diálogo acatando así una orden de Timoleón Jiménez, «Timochenko» máximo líder de las FARC.
Dijo que en el punto agrario «en teoría… se ha logrado hacer un pacto de formalización de la propiedad de la tierra, con el compromiso gubernamental de que serán adjudicados los títulos de propiedad a todos los campesinos que poseen tierras de hecho».
Según el jefe rebelde, también se pactaron acuerdos sobre estímulos a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa, asistencia técnica, subsidios, crédito, generación de ingresos, mercadeo y formalización laboral.
El líder guerrillero informó que el gobierno se comprometió en crear un fondo de tierras, en proteger el medio ambiente, actualizar el catastro, impulsar programas de desarrollo y trabajar para «superar la enorme brecha que existe entre este y la ciudad».
«Reconocemos la voluntad del gobierno por avanzar en el diálogo», manifestó el guerrillero. En tanto señaló algunos temas rurales que quedaron pendientes como «la superación del latifundio», y «el establecimiento de límites a la extranjerización de la tierra», entre otros.
Márquez informó que también en la mesa hablaron «del problema de los cultivos ilícitos» y «de manera especial al tema de las víctimas» y auguró que con este trabajo está «más cercana la posibilidad de un acuerdo en función de la justicia y la reconciliación colombiana».
Las FARC propusieron de nuevo la integración de una comisión encargada de la «revisión y esclarecimiento de la verdad de la historia del conflicto interno colombiano conformada por expertos nacionales y extranjeros».
En el documento las FARC rechazaron dos iniciativas de Santos, el «marco jurídico para la paz» y un referendo destinado a validar un posible acuerdo e insistió en que ambos deben ser abordados en la mesa de diálogo.
«Se debe tener en cuenta que de nada sirve la unilateralidad sobre todo si se observa que la aceptación de responsabilidad por el conflicto le quita al Estado la legitimidad necesaria para ser juez. No se puede ser juez y parte» dijo Márquez.
La delegación gubernamental no hizo comentarios al ingreso a la habitual sala de reuniones en el Palacio de las Convenciones en La Habana.
Cuba, Noruega, Venezuela y Chile son auspiciadores de los diálogos comenzados a fines del año pasado.
Creadas en la década de los 60, las FARC son la guerrilla más antigua en activo del continente y desde entonces han estado en conflicto con el gobierno. Analistas estiman que tienen unos 9.000 hombres en armas.