Tras horas de frenéticas negociaciones y de confusión informativa que confirmaba y desmentía los avances, el gobierno de Ucrania y los líderes de la oposición firmaron hoy en Kiev un principio de acuerdo para resolver la crisis política interna, que el Parlamento comenzó a implementar de inmediato.
Cuando no había pasado ni una hora desde el anuncio de la firma del documento, la Rada Suprema aprobaba por amplia mayoría (386 de los 397 diputados presentes) el primer punto del acuerdo: la vuelta a la Constitución de 2004, que recorta considerablemente los poderes del presidente. El jefe de Estado ucraniano, Viktor Yanukovich, debe aún firmar la ley para su entrada en vigor.
En torno a una hora después se conocía el resultado de una segunda votación, por la que el Parlamento destituía al controvertido ministro del Interior, Vitali Sacharchenko, a quien la oposición responsabiliza de las brutales operaciones de la policía contra los manifestantes pacíficos en Kiev. También se le acusa del uso de armas de fuego contra los opositores en los últimos días. En Kiev se corría hoy el rumor de que el político podría haber huido a la vecina Bielorrusia.
Minutos después, el Legislativo sentaba las bases para la liberación de la encarcelada ex primera ministra Julia Timoshenko, al decidir que las acusaciones vertidas en su contra no suponen delito.
De esta manera, el gobierno enviaba signos de compromiso de que cumplirá el plan, acordado bajo la mediación de una delegación de la Unión Europea (UE) -los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Polonia- y un representante ruso, que también prevé la formación de un gobierno de transición en un plazo de diez días.
El acuerdo contempla la puesta en marcha inmediata de una reforma constitucional que equilibre el poder del presidente, el gobierno y el Parlamento, que debe estar lista en septiembre de 2014, y la celebración de elecciones presidenciales anticipadas como tarde en diciembre de este año.
Además, incluye la aprobación de nuevas leyes electorales, la investigación de los actos de violencia, la renuncia del gobierno a decretar el estado de emergencia y el compromiso del Parlamento a aprobar una tercera amnistía, entre otros aspectos.
El acuerdo había sido anunciado por la mañana, pero tras la negativa de la oposición a firmarlo, fue desmentido poco después. Entonces el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, se reunieron de nuevo con el llamado Consejo de Maidan, en referencia a la plaza donde se manifiestan desde hace semanas, para convencerlo de su ratificación. Y finalmente lo consiguieron.
Horas después, Yanukovich decretó dos días de luto para este fin de semana por las al menos 77 víctimas mortales que dejaron los disturbios violentos en las calles de Kiev en los últimos tres días. En todos los edificios estatales de la ex república soviética ondearán banderas a media asta, se cancelarán conciertos y eventos deportivos y a las radios y televisores se les pedirá que modifiquen «adecuadamente» su programación.
Según un reportero de dpa en la plaza Maidan, tras el anuncio del acuerdo el ambiente era relajado en la plaza Maidan. Pero el movimiento radical opositor Sector de la Derecha prometió que continuaría «la revolución nacional».
Mientras tanto, desde el exterior se sucedían las felicitaciones: Estados Unidos alabó el acuerdo y sobre todo a los «valientes líderes de la oposición» y ofreció ayuda a Kiev para implementar las medidas acordadas. Pero al mismo tiempo, el portavoz de la Casa Blanca pidió que se juzgue a los responsables y advirtió que Washington sigue dispuesto a aprobar nuevas sanciones.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) llamaba al gobierno y a la oposición «a implementar el acuerdo en su totalidad, abstenerse del uso de la violencia y trabajar por el futuro de Ucrania».
Desde Londres, la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, llamó a Ucrania a celebrar elecciones libres y transparentes y dijo que la posibilidad de sanciones dependerá de la evolución de los acontecimientos. Al mismo tiempo, dejaba abierta la posibilidad de que la UE pueda ahora apoyar financieramente a Ucrania.
Antes de que se anunciara el acuerdo, UE y OTAN advertían a Kiev de graves consecuencias si utilizaba el Ejército contra los manifestantes.
Los tres ministros de Exteriores europeos que mediaron el acuerdo de paz en Ucrania alabaron el «coraje» de Yanukovich y de la oposición. «Los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Polonia saludan la firma del acuerdo para poner fin a la crisis en Ucrania, elogian a las partes por su coraje y compromiso para llegar a un acuerdo y llaman a un fin inmediato de toda la violencia y confrontación en Ucrania», señala el comunicado conjunto de Laurent Fabius, Frank-Walter Steinmeier y Radoslaw Sikorski colgado en la cuenta de Twitter del Ministerio de Exteriores alemán. «Quizá era la última oportunidad de encontrar una salida a la espiral de violencia. No se han solucionado todos los problemas», pero hay motivos para «mirar hacia delante con confianza», dijo Steinmeier tras la firma. El camino hacia una solución política es ahora posible, aseguró.
Horas antes la agencia de rating Standard & Poor’s (S&P) advertía del riesgo cada vez mayor de una bancarrota de Ucrania y bajaba la nota de la solvencia del país a un «CCC» con perspectiva negativa, a pocos pasos de la nota «D» que indica la insolvencia.