El gobierno del presidente José Mujica dio señales de tranquilidad ante la evolución de la crisis económica internacional e informó que Uruguay tiene el camino libre para obtener hasta 4.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una reunión en el Congreso con el vicepresidente y exministro de Economía, Danilo Astori, el ministro del área, Fernando Lorenzo, y el presidente del Banco Central, Mario Bergara, admitieron que si bien la actual crisis internacional puede llegar a repercutir en este país, básicamente en el comercio exterior, se aseguró que hay un «blindaje» para hacerle frente al menos en los próximos dos años.
El presidente Mujica había afirmado que «no habrá una crisis como la del 2002» y aunque se admiten remezones por la situación internacional, no repercutirán como en aquellos años cuando se desató en Uruguay la peor crisis financiera y económica de su historia.
«Hemos dado cuenta de lo que ha hecho el país hasta ahora para prepararse y estar en la mejor posición posible. Uruguay tiene que encarar con mucha serenidad los posibles impactos de esta crisis mundial. Al menos hasta ahora ha hecho lo necesario para trabajar con serenidad, con tranquilidad. Hemos detallado las decisiones de políticas públicas que tomó el país», dijo Astori de acuerdo con un comunicado oficial del Senado al que tuvo acceso AP.
Lorenzo reveló que el país se preparó para un eventual impacto y expresó que tiene «eventualmente la posibilidad de recurrir a un préstamo del Fondo Monetario Internacional por un margen considerable de 4.000 millones de dólares».
Agregó que «estas dificultades que están ocurriendo desde el punto de vista fiscal y financiero en los países europeos y en Estados Unidos ponen en perspectiva algo que se ha extendido desde el 2007 y 2008 a la fecha. Es imposible analizar esos acontecimientos sin esa referencia. Algunos de los problemas que se plantean hoy son resultado de la forma en que algunos países actuaron».
Agregó que «la crisis del 2008 y 2009 dejó secuelas para algunos que fueron transitorias y para otros déficit públicos muy abultados y situaciones financieras muy acuciantes que se expresan en términos de elevados niveles de endeudamiento público y dificultades para renovar ese endeudamiento en las condiciones de mercado actuales.»
El ministro aseguró que «Uruguay tiene una situación muy sólida y una situación financiera muy precavida que permitió al país reaccionar y enfrentar aquellas dificultades. Con esas lecciones lo que ha hecho el gobierno es describir y poner en perspectiva todo el conjunto de acciones tomadas para preparar adecuadamente a la economía uruguaya de la forma más positiva posible de cualquier dificultad que eventualmente pudiera venir del exterior».