El Observatorio de Pueblos Indígenas y la Red Nacional de Organizaciones de Jóvenes Mayas (RENOJ) hicieron un balance sobre la atención del tema de los pueblos indígenas durante los dos primeros años de administración pública del Presidente Otto Pérez Molina, que revela aspectos como el abandono del enfoque social, particularmente en las áreas rurales, entre otros.
En conferencia de prensa, Mario Itzep, Coordinador del Observatorio de Pueblos Indígenas, dijo que el gobierno no se ha caracterizado por dar la debida importancia al tema indígena durante sus primeros dos años de gestión y por mantener en el abandono aspectos sociales.
Este gobierno ha enfocado su atención en la promoción de proyectos extractivos, en detrimento de la paz, la seguridad y el desarrollo de los pueblos originarios, sobre todo de quienes viven en las áreas rurales, indicó Itzep.
En materia de seguridad ciudadana, el Observatorio detectó que las fuerzas de seguridad concentran su vigilancia en el área metropolitana, lo que deja en una situación de vulnerabilidad ante la criminalidad, la violencia y la delincuencia a los habitantes de las periferias y de los demás departamentos.
Uno de los puntos más preocupantes es el involucramiento de algunos elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) en bandas del crimen organizado y de la narcoactividad.
Sobre la seguridad alimentaria, Itzep destacó que no hay avances concretos pues las poblaciones indígenas aún padecen hambre y los niveles de pobreza no han logrado ser disminuidos en localidades específicas, lo que ha afectado especialmente a las mujeres y a la infancia.
En el Congreso de la República se encuentran 17 propuestas de ley que contienen enfoques indígenas, una de ellas es la de la Juventud, sin embargo no han sido aprobadas por el pleno, lo que refleja falta de voluntad política para avanzar en la concreción de acciones que mejoren la calidad de vida de dicho segmento, añadió el profesional.
De manera general, el Observatorio concluyó que la población indígena en Guatemala aún vive excluida, marginada y sufriendo expresiones de racismo, incluso desde las propias autoridades de gobierno, expresó Itzep.
Cristhians Castillo, Jefe de la División Sociopolítica del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), expresó que continúa pendiente la meta establecida en los Acuerdos de Paz en 1996, sobre la multiculturalidad del Estado.
Hay poca disponibilidad política para descentralizar el poder de manera que favorezca la toma de decisiones de los pueblos indígenas y tampoco se ha generado la reforma política e institucional que se requiere para lograr la multiculturalidad, indicó el académico.
Ambos profesionales coincidieron en que durante los dos siguientes años será difícil que el gobierno avance de las acciones relacionadas con el desarrollo de las poblaciones indígenas, pues el escenario político estará enfocado en una campaña electoral anticipada.