El gobernador de California Arnold Schwarzenegger exhortó ayer a los parlamentarios locales a adoptar nuevos cortes presupuestarios para luchar contra un enorme déficit que luce como el «juicio final» para el estado, dijo desde su despacho.
«El día del juicio final para California está ahí», dijo el Gobernador, un republicano moderado, a los parlamentarios en Sacramento, capital administrativa del Estado.
Tras recordar que los recursos de California han caído «27% en relación al año pasado» a causa de la crisis económica e inmobiliaria, el Gobernador del estado más poblado del país explicó que se llegó «a los niveles (de recaudación) de finales de los años 1990».
En febrero, Schwarzenegger y la asamblea legislativa de California, dominadas por los demócratas pero donde los republicanos cuentan con una minoría capaz de bloquear los asuntos presupuestarios, acordaron acciones para superar el déficit estimado en unos 42.000 millones de dólares.
«Pero tres meses después, nos encontramos frente a un déficit presupuestario de 24.000 millones de dólares» a raíz del deterioro de la economía, advirtió Schwarzenegger.
En un intento por aplicar medidas drásticas para mejorar las finanzas públicas de este Estado de 37 millones de habitantes, Schwarzenegger llamó a consulta a la población el pasado 19 de mayo cuando sufrió un duro revés político porque la mayoría votó en contra de su paquete de medidas.
De las seis medidas que se votaron, la única propuesta adoptada (por 75% de los votos) fue la de congelar el sueldo del gobernador, los legisladores y otros puestos de funcionarios públicos de alto nivel.
Todas las demás –que incluían aumentar los impuestos al consumo, los ingresos y los vehículos– fueron rechazadas por entre 60 y 70% de los votantes.
En abril escribió una carta a los legisladores estaduales afirmando que por primera vez desde 1938, California enfrenta una caída en su recaudación de impuestos, como consecuencia de la recesión que golpea a todo el país.
El déficit fiscal de este estado parece un problema insuperable que suele poner en jaque a los políticos de California, sede de un importante parque productivo, donde se fabrican partes de aviones, se ensamblan automóviles, existe una gran industria textil, una de las industrias agropecuarias más grandes del país y que alberga la innovación informática.
Pero por otro lado, posee un aparato burocrático enorme, cuerpos de policías y bomberos de primer nivel con tantos miembros como un ejército de un país pequeño, gasta millones en labores de rescate por siniestros naturales (incendios, sequía y sismos) y en tiempos de crisis suele sacrificar la educación pública y el sistema de salud.
California, que también alberga la próspera industria del entretenimiento, detenta una de las cifras de desempleo más alta del país, de 11,2% siendo la media nacional de 8,5%.