Gobernadores defienden el TLCAN


Felipe Calderón (I), George W. Bush (C) y Stephen Harper (D), jefes de Estado de México, Estados Unidos y Canadá, respectivamente, se reunieron en Nueva Orleáns, para evaluar las cifras del TLC entre esas naciones.

Los gobernantes norteamericanos salieron ayer al paso de las recientes y duras crí­ticas de los candidatos demócratas a la Casa Blanca contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al abrirse la cumbre que mantienen hasta hoy en Nueva Orleáns (sur).


«Hablamos de comercio y de los beneficios que brindó a nuestros dos paí­ses», declaró Bush, tras una reunión bilateral de una hora con Calderón, al iniciar la cuarta cumbre norteamericana, en la que participa también hasta el martes el primer ministro canadiense, Stephen Harper.

Calderón y el presidente estadounidense, que planteó el mismo tema en su cita bilateral con el jefe del Gobierno canadiense, rechazaron así­ las crí­ticas de los precandidatos demócratas Barack Obama y Hillary Clinton que prometieron renegociar el acuerdo si llegan a la Casa Blanca en enero.

Bush recordó que cuando creció en Texas (sur) «la zona fronteriza mexicana era muy pobre. Ahora, cuando uno viaja allá, hay prosperidad en ambas partes de la frontera», aseguró, al tiempo que recordó que el comercio se triplicó entre Estados Unidos y México desde que el TLCAN entró en vigencia el 1 de enero de 1994, bajo la presidencia demócrata de Bill Clinton.

Por su parte, Calderón también enumeró las ventajas del acuerdo frente a las recientes crí­ticas, sin dar nombres y apellidos.

«Precisamente en estos tiempos se cuestiona mucho al comercio y sus beneficios, y la verdad es que para mí­ es muy claro que el comercio entre Estados Unidos y México ha beneficiado a la gente en ambos lados de la frontera», declaró.

«Particularmente, lo enfatizo porque se cuestiona mucho ahora el TLCAN y la verdad es que el acuerdo ha generado cientos de miles de empleos en México y en Estados Unidos», subrayó.

Bush aprovechó la cumbre para reiterar su llamado al Congreso, controlado por los demócratas, de que aprueben el TLC con Colombia.

Aunque el tema de la inmigración no figuraba entre las prioridades de la Casa Blanca para la cumbre, Calderón la puso sobre la mesa en su encuentro con Bush y sobre todo en la inauguración del nuevo consulado de Nueva Orleáns, donde recordó que miles de compatriotas suyos contribuyeron a la reconstrucción de la ciudad.

«La economí­a de Estados Unidos y la de México son complementarias», afirmó Calderón, junto a Bush. «Por ello, sé que debemos tener una visión integral en esta materia, en la materia de migración, que nos permita trabajar juntos para construir una América del Norte más próspera y más segura», explicó.

El presidente estadounidense, que se abstuvo de hacer comentarios sobre inmigración o reconocer el trabajo de los inmigrantes mexicanos en Nueva Orleáns, sí­ llamó al Congreso de su paí­s a aprobar los fondos de la llamada Iniciativa Mérida, de lucha contra el narcotráfico en México y Estados Unidos.

«El Congreso tiene la oportunidad de enviar un fuerte mensaje, de que queremos cooperar, con el dinero que va a estar en el presupuesto» que deben aprobar ambas cámaras, afirmó Bush, que tuvo serios roces con el Capitolio en las últimas semanas por el bloqueo por los demócratas del TLC con Colombia.

«Mi esperanza, por supuesto, es que financien completamente el programa y una estrategia que será eficiente», añadió el mandatario, en un mensaje a la oposición demócrata que debe aprobar 1.500 millones de dólares en tres años para la iniciativa en México y, en menor medida, en Centroamérica.

El primer paquete, incluido en el proyecto de presupuesto para 2009, se eleva a 500 millones para México y 50 para Centroamérica.

El primer paquete, incluido en el proyecto de presupuesto para 2009, se eleva a 500 millones para México y 50 para Centroamérica.