«Gobernabilidad democrática» y «seguridad» en el contexto de la OEA


En cuanto al concepto de seguridad, el mismo ha sido objeto de una larga reflexión y debate al interior de la OEA y en el seno de sus Estados miembros. Lo que se ha intentado a través de la misma es dilucidar cuál es el significado y los contenidos de la seguridad en el hemisferio en un contexto posterior a la Guerra frí­a. Las concepciones tradicionales de la seguridad hemisférica se habí­an forjado precisamente en el contexto de la Guerra frí­a, y se centraban principalmente en la dimensión militar de la seguridad.

Guillermo Pacheco Gaitan

Este debate y reflexión en torno a los contenidos de la seguridad en el hemisferio no se ha traducido, sin embargo, en una definición precisa de lo que, en el marco de la OEA, se entiende por seguridad. En cualquier caso, a falta de una definición o conceptualización especí­fica, la Declaración sobre Seguridad en las Américas nos brinda una caracterización de lo que la organización entiende por seguridad. En este sentido, en el párrafo 2 de la Declaración los Estados miembros declaran que su «nueva concepción de la seguridad en el Hemisferio es de alcance multidimensional, incluye las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas. Preocupaciones y otros desafí­os a la seguridad de los Estados del hemisferio, incorpora las prioridades de cada Estado, contribuye a la consolidación de la paz, al desarrollo integral y la justicia social, y se basa en valores democráticos, el respeto, la promoción y defensa de los derechos humanos, la solidaridad, la cooperación y el respeto a la soberaní­a nacional.»

Tal caracterización de la seguridad en el hemisferio tiene una deuda y está en sintoní­a con el espí­ritu y la letra de la Declaración de Bridgetown acerca del «Enfoque Multidimensional de la Seguridad Hemisférica.» En la misma se afirma que «las amenazas, preocupaciones y otros desafí­os a la seguridad en el hemisferio son de naturaleza diversa y alcance multidimensional y que el concepto y enfoques tradicionales deben ampliarse para abarcar amenazas nuevas y no tradicionales, que incluyen aspectos polí­ticos, económicos, sociales, de salud y ambientales.» Se reconoce que «estas nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafí­os son problemas intersectoriales que requieren respuestas de aspectos múltiples por parte de distintas organizaciones nacionales, todas actuando de forma apropiada conforme a las normas y principios democráticos.» Finalmente se declara que «la seguridad en el hemisferio abarca aspectos polí­ticos, económicos, sociales, de salud y ambientales.»

Central también a esta nueva conceptualización de la seguridad en el hemisferio es su adhesión a la noción de seguridad humana, la cual queda plasmada en la Declaración sobre Seguridad en las Américas cuando los Estados miembros de la OEA reafirman que «el fundamento y razón de ser de la seguridad es la protección de la seguridad humana» y que «la seguridad se fortalece cuando profundizamos su dimensión humana.»

El debate sobre el significado del concepto «seguridad» y sobre qué cuestiones debe abarcar o incluir el mismo, es uno que no es privativo de la OEA. Es un debate de difí­cil resolución que se viene dando en general en ambientes académicos y polí­ticos con posterioridad a la caí­da del Muro de Berlí­n, la disolución de la Unión Soviética y el fin de la bipolaridad que caracterizó a la militarizada Guerra frí­a. Hallar una definición precisa y a su vez ampliamente aceptada de «seguridad» ha sido por tanto un problema recurrente y que trasciende los lí­mites de la Organización. Sin embargo, es conveniente contemplar al menos una definición o conceptualización más o menos rigurosa de la seguridad en general. Esta definición servirá como un necesario complemento a las exhaustivas caracterizaciones que de la seguridad en el hemisferio han hecho tanto la Declaración sobre Seguridad en las Américas como su antecesora, la Declaración de Bridgetown. Del mismo modo esta definición es sólo un marco de referencia propuesto, ya que de ninguna manera pretendemos que una definición pueda abarcar de modo acabado la complejidad y carácter multidisciplinario de la seguridad.

Tomo como marco de referencia la definición de seguridad que recoge un prestigioso estudioso de los temas de seguridad en el hemisferio. En uno de sus escritos, Rafael Pardo toma la definición de seguridad elaborada por Barry Buzan y que considera a la seguridad como «el estar libre de amenazas y como la capacidad de los Estados de mantener su identidad independiente, su integridad y funcionalidad contra fuerzas que sean vistas como hostiles.» Si bien esta definición no explicita la dimensión humana de la seguridad tampoco la excluye en absoluto ni limita la seguridad a la esfera del estado. En cualquier caso esta definición debe ser considerada sólo como un punto de partida que debe ser entendido a la luz de las caracterizaciones de la seguridad hechas en la Declaración sobre Seguridad en las Américas y la Declaración de Bridgetown.

(continuará)