Es interesante escuchar al actual presidente del Congreso, Pedro Muadi, presentar a la opinión pública una agenda de trabajo muy puntual y viable. Su agenda se centra en muchas de las cuestiones que su mandato como Presidente le permite hacer, algunas veces con la Junta Directiva, especialmente en lo administrativo del Organismo Legislativo y en cuestiones relativas a su transparencia y eficiencia.
De hecho uno de sus cuatro ejes, al que ha llamado de gobernabilidad del Congreso, es el que trata de forma directa estos temas. Este eje aborda una problemática interna de falta de procesos, mal manejo de la información y poca transparencia de las cuestiones administrativas del Legislativo y a través de él, sugiere mecanismos para solucionar estos problemas a través de procesos y de algunas inversiones puntuales en las que incluso puede haber apoyo de la cooperación internacional.
De hecho, ya que mencioné el último punto, como parte de ese esfuerzo de mejora fue firmado el pasado miércoles 13, por el Presidente del Congreso y el Embajador de los EE. UU., un convenio de cooperación de apoyo al fortalecimiento del Congreso y a la reforma político electoral. El mencionado convenio podrá traer a Guatemala beneficios a través del apoyo con recursos técnicos, humanos e incluso la posibilidad de económicos.
En el marco del eje y de este convenio es que ya se ha hablado de cambiar el tablero electrónico del Congreso por uno más moderno, seguro y confiable. Asimismo, mejorar toda la red electrónica y de datos del Legislativo y mejorar o desarrollar los procesos con los que se maneja la información y la forma en que se presenta al público, a fin de que pueda estar siempre en tiempo y a la mano.
Esta forma de enfrentar la Presidencia, que ha tomado el diputado Muadi, debería de ser música para nuestros oídos como ciudadanos, pues presenta formas concretas a través de las cuales se le puede empezar a devolver su dignidad al Congreso. Y es que este alto órgano del Estado como máxima representación ciudadana, debe estar siempre en el foco de nuestra atención porque así como los diputados deben auditar al resto del Estado, así nosotros como ciudadanos debemos auditarlos a ellos.
Si el presidente Muadi toma en serio, como creo hasta ahora que lo está haciendo, enfrentar estos problemas que socavan la confiabilidad del Congreso desde las cosas más sencillas, en menos de un año podremos empezar a ver resultados claros y concretos que permitan tener un Congreso más abierto y transparente. La urgencia de este tema debería hacernos a nosotros los ciudadanos involucrarnos y conocer más acerca del tema.
Es importante hacer ver que las funciones de un Presidente del Congreso o una Junta Directiva no solo son limitadas en el tiempo, un año, sino también limitadas en funciones y mandato. Esto siempre hay que tenerlo en cuenta para exigir lo que se pueda y no caer en la necedad de exigir imposibles, teniendo claro que los problemas de largo plazo no se pueden solucionar en el corto plazo por lo que cualquier avance que se dé o haya dado en administraciones anteriores, debemos exigir que siga y se construya sobre él.