Bajo presión para ayudar a su partido, el precandidato presidencial republicano Newt Gingrich prometió ayer apoyar a Mitt Romney si el ex gobernador de Massachusetts gana suficientes delegados para asegurar la nominación para cuando terminen las elecciones primarias en junio.
Si Romney no lo logra, «pienso que entonces tendremos una de las convenciones de partido más interesantes y abiertas en la historia del país», dijo el ex líder de la Cámara de Representantes en un acto de campaña para ganar votos en las elecciones primarias de la próxima semana en Maryland.
Aunque Gingrich tiene poco dinero, sus esperanzas de regresar a la contienda con el apoyo del sur estadounidense no se extinguieron por las recientes victorias de Rick Santorum en Misisipí, Alabama y Luisiana. Además, ha insistido en que planea hacer proselitismo activamente de camino a la convención del partido, que comienza el 27 de agosto en Tampa, Florida.
Si Romney consigue los 1.144 delegados que necesita para ganar la candidatura republicana para las elecciones primarias de Utah el 26 de junio, «obviamente lo apoyaré y estaré encantado de hacer todo lo que pueda para ayudar a vencer a Barack Obama».
Desde hace unas semanas, Gingrich y Santorum han recibido cada vez más presión de algunos republicanos para apoyar a Romney, quien se encamina a conseguir una mayoría de delegados antes de que concluyan las primarias con la elección en Utah.
Gingrich ha tratado de colocarse como una figura que está contra las élites y se ha enfadado por los devastadores ataques que Romney le ha lanzado en momentos clave de la contienda republicana.
Sin embargo, como ex líder de la Cámara de Representantes, también está consciente de la importancia de la unidad del partido de cara a una elección general.
Romney cuenta actualmente con 568 delegados, de acuerdo con un conteo de The Associated Press. Se necesitan 1.144 para obtener la candidatura y Gingrich tiene 135.