Gilberto Gil, guitarra y voz


Gilberto Gil, músico y ministro brasileño de Cultura.

Acompañado sólo por una guitarra acústica y su voz, el músico y ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil, ofreció en Londres sambas, bossa novas, afoxés y sambas-reggae, y habló de fútbol y un poco de polí­tica ante un público rendido que lo recibió y despidió de pie.


En un concierto el lunes por la noche en el centro Barbican, uno de los principales escenarios de Londres, el cantautor brasileño, de 66 años, hipnotizó a la sala con temas de su álbum «Gil Luminoso» (2007), que se caracteriza por su minimalismo y espiritualidad, y con canciones nuevas.

Con las rastas recogidas en una coleta, Gil calentó la sala con la samba carioca «Aquele Abraí§o» y conversó con el público sobre los ritmos que les ofreció, como el afoxé de Bahí­a y el bailao del nordeste brasileño.

«Sé que este concierto se llama Solo. Pero por favor, den la bienvenida a mi hijo, Ben Gil, en la guitarra», pidió al público el músico, quien está a cargo del Ministerio de Cultura de Brasil desde el 2003.

Habló también un poco de fútbol. «Los brasileños y el fútbol, no hay escapatoria», dijo el músico, a quien se le diagnosticó recientemente un pólipo en sus cuerdas volcales.

Con su voz tan especial, Gil interpretó también varios temas en inglés, entre ellos una versión de «When I am 64», de Paul McCartney, y «No woman no cry», del jamaiquino Bob Marley, que el compositor bahiano ha dicho marcó su carrera a fuego.

El compositor admitió que era difí­cil mezclar la polí­tica y la música. «Pero el presidente Lula (da Silva) es gentil conmigo, me deja dedicarme a la música dos meses al año», dijo el fundador en los años 60, con Caetano Veloso, Marí­a Bethana y Gal Costa, del movimiento Tropicalia, que renovó la música y las artes brasileñas.

También tocó nuevos temas de su próximo álbum, que saldrá a la venta en junio, como «Despedida de Solteira», y contó que está «logrando dedicar más tiempo a la escritura», lo que arrancó los aplausos de la sala.