La justicia francesa decidió que la fusión de los grupos de energía franceses Gaz de France y Suez no podrá tener lugar hasta julio de 2007, es decir hasta después de las elecciones presidenciales en este país, una decisión que pone en peligro la realización de este ambicioso proyecto.
El Consejo constitucional, organismo que vela por el cumplimiento de la Carta Magna francesa, decidió que la privatización de Gaz de France (GDF), aprobada por el Parlamento como paso previo a la fusión con Suez, no era anticonstitucional, pero sólo podrá llevarse a cabo a partir del 1 de julio de 2007.
Sólo en esta fecha, GDF perderá la exclusividad del suministro de gas a los hogares ya que el sector se abrirá a la competencia, lo cual hará que la empresa no sea considerado más un «servicio público nacional».
En la práctica, esta decisión hace que la unión de los dos grupos de energía sea más que incierta ya que a partir de mayo Francia podría estar presidida por un gobierno de izquierdas que abortará esta fusión.
«Querido lector, este sea tal vez el último artículo que escribimos sobre la fusión GDF-Suez», comenzaba su artículo el diario de izquierda Liberation hoy.
La oposición de izquierda presentó un número récord de enmiendas al proyecto de ley sobre energía, que reducía la participación del Estado francés en GDF del 80% a algo más del 30%, paso previo necesario para la unión entre Suez y GDF. El proyecto de ley fue finalmente aprobado.
Según la izquierda, pero también sectores de derecha, los consumidores franceses saldrán perdiendo de esta fusión GDF-Suez, en un momento en que los precios de la energía no dejan de subir.
Este plan de unión GDF-Suez fue lanzado por el gobierno francés en febrero para evitar ofertas de adquisición hostiles sobre Suez, justo después de que la firma italiana Enel mostrara su interés en esta empresa.
La fusión de GDF y Suez creará el primer grupo de gas europeo y el quinto productor de electricidad del continente.
En su decisión, el Consejo constitucional no impide a los actores que realicen todos los pasos previos a la fusión, como por ejemplo el decreto de privatización de GDF o las reuniones de asambleas generales de accionistas, antes del 1 de julio, pero sus decisiones sólo tendrán efecto a partir de esa fecha.
Según los responsables de GDF y Suez, la decisión del Consejo Constitucional «les permite seguir adelante con su proyecto».
Por su parte, el ministerio de Economía, intentando ver el lado bueno de las cosas, se felicitó de la decisión del Consejo constitucional que valida la privatización de GDF, lo cual permitirá al grupo «seguir adelante sin esperar con su proyecto de empresa».
«Hemos ganado. Esto es una bofetada terrible para (el primer ministro) Dominique de Villepin y (el ministro de Economía), Thierry Breton, que han quedado en ridículo», festejaban sin embargo los miembros del sindicato CGT de Gaz de France, dando al proyecto de fusión «por muerto».
La semana pasada, la justicia francesa ya asestó un golpe a esta unión al suspender un Consejo de administración de Gaz de France que tenía xcomo objetivo aprobar el proyecto de fusión con el grupo Suez.
La fusión de los dos grupos también provocó los recelos de Bruselas, pero finalmente el 14 de noviembre y tras seis meses de investigaciones, la Comisión Europea dio luz verde a la fusión, al considerar que los compromisos adoptados por las dos empresas permitían preservar la libre competencia en el mercado energético europeo.