Ahmad Bradshaw hizo una pausa, sorprendido de que ninguno de los Patriots intentara detenerlo, y se dejó caer de espaldas suavemente sobre la zona de anotación.
¿Realmente podría ser tan fácil anotar el touchdown ganador en un Super Bowl?
El enfrentamiento más reciente entre los Giants de Nueva York y los Patriots se definió no con un pase de touchdown de Eli Manning en el último minuto, sino con un acarreo de anotación facilitado por una apuesta defensiva desesperada de Nueva Inglaterra, que ganaba 17-15 en los últimos momentos.
Conscientes de que los Giants estaban en posición de dejar correr el reloj y patear un gol de campo ganador, los Patriots decidieron no oponer resistencia y aparentemente dejaron que Bradshaw anotara en una carrera de seis yardas sin enfrentar resistencia para una ventaja de 21-17 con 57 segundos por jugarse.
Con aspecto sorprendido de que nadie intentara detenerlo, Bradshaw hizo su pausa en la línea de gol y cayó suavemente para anotar.
«Oh, fue la mejor sensación que he tenido en mi vida», afirmó.
Luego Bradshaw y sus compañeros se mantuvieron atentos para ver si el quarterbackTom Brady podía orquestar una ofensiva con pocas posiblidades de éxito, de 80 yardas y poco tiempo.
No lo logró.
Brady condujo a los Patriots a su yarda 49 con cinco segundos restantes. En la última jugada, evitó precipitarse y envió el pase a una multitud de jugadores en la zona de anotación, pero la pelota salió de entre las manos que se la disputaban y rodó por el terreno para sellar otra victoria de los Giants en el Super Bowl.
Hace cuatro años anotaron el touchdown del triunfo con un pase de Manning en el último minuto, y luego resistieron para poner fin al intento de Nueva Inglaterra de consolidar una temporada perfecta al vencerla 17-14.
Los Patriots querían evitar meterse en la misma situación de nuevo, y tuvieron una oportunidad de lograrlo cuando recuperaron el balón en su yarda ocho con 9:24 por jugarse.
Avanzaron hasta el medio campo mientras dejaban pasar los segundos. Pero la posibilidad se les escapó de las manos cuando Wes Welker no pudo quedarse con un pase en la línea de 20 yardas y sólo cuatro minutos restantes.
Después de otro pase incompleto, los Patriots tuvieron que patear y pronto se encontraron en la posición indeseable de tener que jugársela a la defensiva.