Ghana y Australia empataron 1-1, hoy en Rustenburgo, en duelo de la segunda fecha del grupo D del Mundial, que sirvió a los africanos para quedar lí­deres de su llave, aunque la igualdad ante un rival que jugó más de un hora con diez hombres es un paso atrás.

Los Socceroos se adelantaron por medio del delantero Brett Holman (11), mientras que las «Estrellas» Negras emparejaron a través de un penal de Asamoah Gyan (25), en una acción en que el árbitro italiano Roberto Rosetti expulsó al volante Harry Kewell por detener un disparo camino al gol con su mano.

Con este empate, los ghaneses lideran la clasificación de la llave con cuatro unidades, por delante de Alemania y Serbia, ambos con tres puntos, pero una mejor diferencia de goles para la Mannschaft ( 3 contra 0). Los australianos cierran con una unidad.

«El resultado es bastante bueno de todos modos. Aun si hubiéramos ganado el partido necesitarí­amos un punto contra Alemania para pasar», analizó el técnico serbio de Ghana, Milovan Rajevac.

«Lo que podemos reprocharnos hoy es haber tenido muchas situaciones de gol y no haberlas convertido. Pero esto es fútbol», añadió.

Los dos boletos de los clasificados a octavos de final se conocerán el próximo miércoles, cuando Ghana choque con Alemania en Johannesburgo (18h30 GMT) y a la misma hora en Nelspruit los serbios se crucen con los australianos.

Sin dar aviso previo, los australianos sorprendieron en su primera situación de gol en el minuto 11, cuando Mark Bresciano ejecutó un tiro libre sin mucha potencia, que dio un bote y al portero Richard Kingson se le escapó, en otro error de un guardameta en este Mundial.

El rebote le llegó al australiano Holman, que remató, abriendo el marcador.

Las «Estrellas Negras» mantuvieron la calma y lentamente se apoderaron del control del partido, generando peligro por la banda izquierda con Kevin Boateng y Asamoah Gyan, aunque el cambio de ritmo lo logró André Ayew.

El volante del Arles-Avignon francés apareció por sorpresa por derecha, desbordó con magia y fuerza y mandó un centro de la muerte que Jonathan Mensah remató hacia el gol, pero Harry Kewell rechazó el balón con la mano y el árbitro sancionó correctamente penal y expulsó al hombre del Galatasaray turco.

Asamoah Gyan, que habí­a dado el triunfo ante Serbia en el debut con un tanto de penal sobre el final, tomó la responsabilidad y estampó el 1-1 (25), camino a convertirse en mejor jugador del partido. «Empezamos lento los primeros 15 minutos pero después pudimos recuperarnos», dijo el goleador.

En el ambiente del estadio Royal Bafokeng flotaba la sensación de que Ghana iba a pasar por arriba a una Australia disminuí­da y con las piernas cansadas tras el bajón del 4-0 ante Alemania, pero los soldados del holandés Pim Verbeek aguantaron bien parados en el fondo ante un rebelde Gyan que iba e iba.

El delantero del Rennes exigió al meta «aussie» Mark Schwarzer con un derechazo (50), metió un desborde que no la pudo soplar Kwadwo Asamoah (67) y lanzó un disparo entrando cara a cara con el portero del Fulham (71) tras asistencia de Boateng.

Los «Socceroos» de vez en cuando inquietaban con algún contraataque. Un cabezazo alto de Scott Chipperfield (67) y un remate de Lijk Wilkshire (72) podrí­an haber roto del todo los pronósticos.

«Ahora tenemos que derrotar a Serbia por tres goles. Va a ser difí­cil, pero aún estamos en carrera», dijo el DT de Australia, Pim Verbeek, destacando que su equipo «aún con diez hombres nos mantuvimos peleando todo el tiempo».

Sobre el final los ghaneses multiplicaron sus ocasiones, pero terminaron pagando su falta de punterí­a. Australia festejó seguir con vida. Para Ghana, el empate fue un paso atrás, poniéndose en sintoní­a con el bajo rendimiento que están mostrando el resto de los elencos africanos en «su» Mundial.