Un marcador genético podría hacer que algunas personas sean más vulnerables a la dependencia del tabaco o que otras puedan consumir mayores cantidades de alcohol antes de embriagarse, según un estudio publicado en Estados Unidos.
Anteriormente varias investigaciones habían demostrado que un grupo particular de cromosomas hace que ciertas personas sean más vulnerables al cáncer de pulmón o a volverse alcohólicos.
Ahora, los científicos han encontrado evidencias de que personas con una buena resistencia al consumo de bebidas alcohólicas tienen más posibilidades de volverse adictos que otras y que estos rasgos son hereditarios.
Los investigadores estudiaron esos cromosomas en grupos de hermanos en un total de 367 personas para ver si tenían impacto en el grado de respuesta al alcohol.
A pesar de que no pudieron aislar un único cromosoma, encontraron una fuerte asociación entre las mutaciones genéticas de esos grupos de cromosomas y la manera en que ciertos individuos empiezan a tambalearse por los efectos de la embriaguez.
«Estos descubrimientos confirman que el nivel de respuesta al alcohol, un fenotipo intermedio asociado con la dependencia y abuso del alcohol, tiene un componente genético», escribió Geoff Joslyn, de la Clínica y Centro de Investigación Ernest Gallo.
El estudio representa también un «fuerte apoyo» al uso potencial del nivel de tolerancia al alcohol para determinar eventuales predisposiciones genéticas al alcoholismo.
«Puede servir también para identificar si otros marcadores genéticos indican predisposición a desórdenes vinculados al consumo de alcohol», aseguraron los responsables del estudio divulgado el lunes por la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
Geoff Joslyn,
investigador