El general estadounidense Raymond Odierno tomó hoy el mando de la Fuerza multinacional en Irak, y en sus primeras declaraciones advirtió que las mejoras en materia de seguridad logradas por su antecesor, David Petraeus, son «frágiles y reversibles».

La ceremonia de traspaso de mando se llevó a cabo en un palacio del difunto dictador iraquí Saddam Hussein, en una base militar estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad.
Asistió el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, quien llegó ayer a la capital iraquí e impuso a Odierno su cuarta estrella.
El general Odierno, de 54 años, dirigirá a los 150 mil soldados de la fuerza multinacional en Irak (integrada en un 95% por soldados estadounidenses).
El general Petraeus, a quien se le atribuye la mejoría de la situación en Irak en este último año, se encargará ahora de supervisar las operaciones en Oriente Medio y Asia central.
Tendrá en el marco de sus nuevas funciones la supervisión de las guerras que Estados Unidos libra en Irak y Afganistán, donde la situación se degrada.
Durante la ceremonia, Gates tomó simbólicamente la bandera de la fuerza multinacional en Irak de manos de Petraeus, para entregarla a su sucesor, quien le pidió ser prudente tras los nuevos atentados que ayer provocaron 34 muertos en el país.
«(El general Odierno) sabe que estamos en un momento crucial donde los logros siguen siendo frágiles y es de rigor la prudencia», declaró Gates.
«Irak es ahora un país diferente del que vi al inicio. Sin embargo, hay que comprender que esos logros son frágiles y reversibles», respondió Odierno.
Oficial de artillería de formación, Raymond Odierno fue el principal artífice de la captura a fines de 2003 de Saddam Hussein, derrocado ese año por la intervención estadounidense, y ha sido criticado por la brutalidad de sus operaciones contra los civiles en su primera misión en Irak.
Comandante de las fuerzas estadounidenses de diciembre de 2006 a marzo de 2008, pidió con insistencia el envío de más tropas, deseo realizado con el nombramiento en febrero del general Petraeus al mando de la Fuerza multinacional en Irak, de quien Odierno fue su brazo derecho.
Al asumir sus funciones en enero de 2007, Petraeus aplicó una nueva estrategia de contra-insurgencia que dio resultados, reduciendo la violencia a su más bajo nivel desde hace cuatro años.
Odierno aplicó luego esa estrategia de diciembre de 2006 a marzo de 2008, lo que lo calificó para reemplazar ahora a David Petraeus, según Robert Gates.
Odierno llevó a cabo esta batalla desplegando más tropas estadounidenses en Bagdad, erradicando a los insurgentes de Al Qaeda de sus posiciones alrededor de la capital, al tiempo que atacaba a las milicias chiitas.