Gastar más de lo que se gana


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Era predecible, pero nadie quiso darse cuenta de ello. Más aún, muchos “expertos” lo apoyaban y apoyan. Argumentan que los paí­ses deben endeudarse para poder realizar obras y que si el nivel de deuda se mantiene sano, que es recomendable hacerlo. Bueno, la realidad de lo obvio se está revelando: No puedes gastar más de lo que ganas. El paí­s más poderoso del mundo, enfrenta una crisis, pues superó su capacidad de pago de deuda y se le rebajó la calificación en cuanto a esto se refiere.

José Mario Labbé*
jomalabbe@gmail.com

Nadie lo hubiera pensado, el paí­s con la economí­a más estable del planeta, su moneda referencia mundial, militarmente el más poderoso del mundo, en una situación de duda e incertidumbre para hacer frente a sus compromisos económicos. Hay principios que no pueden ser ignorados  y éste se aplica tanto a los individuos, como a las empresas y los paí­ses. Nos guste o no, estemos de acuerdo o no lo estemos, es un principio que al ser violado, producirá consecuencias nefastas.
En las empresas suceden cosas muy similares, pues aunque aparentemente están vendiendo grandes cantidades y están teniendo significativos ingresos, están gastando más que lo que reciben, muchas veces sin darse cuenta. Hay costos ocultos que muchas veces no son tomados en cuenta, pero son el agujero en el fondo del recipiente de agua por donde se escapa el lí­quido y por ello aunque viertas mucha agua en él, nunca se llena.
Uno de ellos es la falta de efectividad del personal, que se retrata en llegadas tarde, pérdida de tiempo, pago innecesario de horas extras, baja calidad en los productos o servicios brindados, utilización de los bienes empresariales para asuntos personales, y otras más.
El resultado de lo anterior, es el mal servicio a los clientes, que produce que éstos no regresen y sobre todo que hablen mal de nuestra organización y provoque que clientes que debieron acercarse, no lo hagan, además clientes que no repetirán su compra y presentarán quejas y reclamos, que se traducen en erogaciones económicas y pérdida de tiempo, uno de los recursos más valiosos en la actualidad.
De la misma manera que estos costos nombrados anteriormente, muchas veces no son percibidos por las empresas, hay costos que son realizados con conocimiento de causa y en la mayorí­a de casos, respaldados por deudas, como las inversiones en instalaciones, en mobiliario y equipo, en contrataciones innecesarias, etc., gastos que se realizan bajo el argumento de que a la empresa le está yendo bien y que las ventas están produciendo lo necesario para cubrir estos gastos. En la siguiente columna seguiremos tratando este tema. Recuerde, los ganadores dan resultados, los perdedores dan explicaciones. Sea efectivo. í‰xito en todo.

*Asesor en efectividad y alto desempeño