Cuando murió Gabriel García Márquez hace tres meses, a los 87 años y después de una neumonía, no se dijeron con exactitud las causas de la muerte. Su cardiólogo dice ahora que, simplemente, «don Gabriel murió de viejo».
Ciudad de México / Agencia dpa
El escritor colombiano «supo que estaba en el hospital y que tenía un problema pulmonar. Se sabía y se sentía enfermo», contó el médico mexicano Jorge Oseguera Moguel, que lo atendió durante cuatro años, en una entrevista con la Revista R del diario «Reforma».
«Cuando yo decido internarlo, doña Mercedes (Barcha, su esposa) se acababa de ir a Estados Unidos a arreglar un asunto, así es que hubo que convencerlo de ir al hospital. Cuando hubo una mejora transitoria, dijo: ‘¡A mi casa!’».
Fue precisamente en su casa de Ciudad de México donde el autor de «Cien años de soledad» y Premio Nobel de Literatura 1982 murió el 17 de abril, en la mañana del Jueves Santo.
García Márquez había ingresado al hospital unos días antes por neumonía y una infección urinaria. Sufría problemas de memoria desde hacia años y hubo versiones de que le había regresado un cáncer padecido tiempo atrás.
Según el cardiólogo, que lo visitaba en su casa dos o tres veces por semana, en líneas generales «don Gabriel era una persona sana» aunque con problemas propios de la edad.
«Tenía el antecedente del linfoma y si me preguntas si existía el riesgo de que recurriera, la respuesta es sí; si me preguntas: ¿recurrió?, no sé», afirmó.
«El problema de las infecciones en los adultos mayores es que descontrolan todo: una arritmia controlada se altera, y si empieza a fallar el corazón fallan también los pulmones y el riñón se afecta».
El médico afirmó que no tiene «ni derecho ni autorización» para decir muchas cosas de su paciente, pero dijo que García Márquez, pese a sus problemas de memoria, no había perdido conexión con la vida.
«Una vez, en las últimas semanas que fui a revisarlo, me preguntó: ‘¿Tú quién eres?, y yo pensé ‘chin’ (maldición) y me quedé callado. ‘Te engañé’, me dijo y descansé» (…) Yo voy a recordar mucho su buen humor y su agilidad mental, era una persona muy chispa».
Oseguera negó que García Márquez, que llevaba varias décadas viviendo en Ciudad de México, haya sufrido Alzheimer, como también se llegó a decir en sus últimos años de vida.
«No. Fue teniendo problemas de memoria como frecuentemente ocurre con personas de esa edad, con unas más que con otras», dijo. Sí tuvo en cambio demencia senil, pero «puedo decir como lo he dicho antes: don Gabriel se murió de viejo».
Oseguera afirmó que cuando el autor de «El otoño del patriarca» fue internado alguien le dijo que tenían en el hospital a «una persona patrimonio de la humanidad». Sin embargo, antes que patrimonio, antes que escritor, Gabo era «un ser humano», dijo.