El escritor colombiano Gabriel García Márquez pasa una temporada «feliz» en Cartagena, ciudad caribeña que inspiró parte de su obra literaria y periodística, y donde sus allegados desestimaron rumores de que el Nobel de Literatura haya tenido problemas de salud.
El autor de «Cien años de soledad» y «Del amor y otros demonios» regresó de México en diciembre para instalarse en su casa de la muralla cartagenera frente al mar, donde se le ha visto «con buena salud, feliz y jovial», dijo ayer uno de sus allegados.
La alcaldesa de la ciudad colombiana, Judith Pinedo, señaló que «Cartagena de Indias ha sido fuente natural de inspiración de García Márquez. Esta es la ciudad de sus entrañas, su familia, sus amigos, sus proyectos y sus pasiones. Aquí dio sus primeros pasos como escritor y dejó su huella eterna».
«Su presencia en nuestras calles no es un retorno, porque siempre lo sentimos presente. La ciudad es la demostración viva del realismo mágico y se siente reflejada en las obras de Gabo», dijo Pinedo a la AFP.
Los allegados a Gabo, como le dicen sus familiares y amigos, desestimaron públicamente versiones de que el autor de «El otoño del patriarca» y «El amor en los tiempos del cólera» estuviese enfermo.
«Es tanto el cariño que le tienen, que hay gente que olvida que es un hombre con los achaques naturales de alguien de 82 años y esperan que tenga la disposición y el ánimo de siempre para recibir a todo el mundo», dijo su hermano Jaime García Márquez en declaraciones al diario El Universal de Cartagena, en el que Gabo publicó su primera columna en 1948.
«Lo asedian desde las once de la mañana hasta las dos de la madrugada», enfatizó Jaime García Márquez.
Durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, el novelista y su esposa, Mercedes Barcha, recorrieron Cartagena en carruajes tirados por caballos, departieron con familiares y amigos en restaurantes y calles, asistieron a festivales de música y otros eventos, y evocaron recuerdos, siempre de buen ánimo, según numerosas fotografías.
El escritor también vio una película de inminente estreno, basada en su novela «Del amor y otros demonios» y rodada en Cartagena.
Asimismo, revisó con las autoridades regionales un proyecto para establecer la ruta de un tren que unirá a la caribeña ciudad de Santa Marta con Aracataca, la emblemática Macondo de «Cien años de soledad», donde Gabo nació y vivió la primera infancia bajo la tutela de sus abuelos maternos.
García Márquez tiene previsto regresar en «unos tres meses» a Ciudad de México, donde vive desde hace décadas y redactó «Cien años de soledad» (1967), considerada como su obra cumbre que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1982, según fuentes de su entorno.
Cartagena, con sus murallas coloniales y su pasado esclavista, sus hoteles de lujo, sus playas repletas de turistas y su brecha social, tiene un significado especial para el escritor por más de una razón: Ahí están sepultados sus padres y dos de sus hermanos, y se halla la sede de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que creó hace años.
Lugar de descendientes de africanos, indígenas y blancos, la Cartagena donde García Márquez vive su «otoño feliz» también reúne y exalta el vasto mundo Caribe, que, según el novelista, se extiende desde el norte de Brasil hasta el sur de Estados Unidos retratado por William Faulkner, pasando por las Antillas mayores y menores y el litoral de varios países.