No sabía nada de los gansos, lo que no me enorgullece, hasta después de la muerte de mi hermano. El ganso, leí en un artículo en donde decía: «seamos más gansos».
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Mi hermano fue feliz de ser «el Ganso». Yo me decía, pero si su apodo viene de su caminar, patiplano. ¿Por qué a él le gustó tanto?
A veces uno llega a conocer aspectos de las personas a quien uno quiere de manera desafortunada. Solamente después de su muerte. Aunque les diré que en alguna ocasión alguien también me dijo a mí «la Gansita» y lo sentí como un halago.
Los gansos son aves inteligentes que se colocan al servicio de su comunidad aviaria uno tras de otro. De tal manera que todos juegan dentro de su grupo un rol indistinto, en un momento líder, en otro momento seguidor.
Así, que lo que les importa es el bien común dentro de su grupo. Cuando los gansos vuelan escapando del invierno. Lo hacen realizando una formación en V; mientras cada ave mueve sus alas, crea una elevación del aire para el ave que le sigue.
Volando en esta formación, la parvada agrega un 71 por ciento al alcance que cada ave lograría por sí misma. Cuando un ganso cae de la formación, siente de inmediato lo difícil que es ir sólo. Así que de la manera más oportuna y rápida se incorpora nuevamente a ella para aprovechar el poder de elevación del ave de adelante.
Es decir que, si tuviésemos el sentido del ganso, podríamos avanzar en la vida de manera más rápida y eficaz, fortaleciendo nuestros lazos como seres humanos. Descartando esas luchas infructuosas por quien tiene el poder. Ya que el ganso sabe, que el poder está en su unión con la vida y con los demás. No filosofa acerca del sentido de vida. Solamente vive la vida con sentido.
Su punto de unión y solidaridad se observa cuando el ganso líder se cansa, regresa atrás y otro ganso toma la punta del vuelo en posición de V, o sea que, asume el liderazgo del vuelo, y de esta forma de manera consecutiva se rotan unos y otros en su aeroplano. Los gansos graznan desde atrás para dar aliento y ánimo a los de adelante, con el fin, de mantener su velocidad durante el duro vuelo.
El infinito de la solidaridad de un ganso se encuentra cuando este enferma o es herido y cae de la formación. Otros gansos caen con él y le siguen para darle ayuda y protección. Ellos se quedan con el ganso rendido, hasta que pueda volar de nuevo o hasta que muera; y sólo entonces se lanzan por sí mismos o con otra parvada para alcanzar su grupo.
No debe ser fácil ser ganso, en nuestra sociedad los gansos pueden ser desdeñados por otras personas. Su sensibilidad y fortaleza que no van en dirección a tener sino a ser y a perseguir la vida. Pueden ser particularidades consideradas de manera desadaptativa dentro de un contexto social de actualidad.
Pero…, realmente podríamos sentirnos orgullosos, de parecernos aunque sea un poquito, a un ganso.