«Gángsters»- Drogas-Externalidades I de II


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“No hay que ignorar el dolor de los inocentes”. Beato Juan Pablo II

El presidente ílvaro Colom visitó a la Presidenta de Costa Rica, señora Laura Chinchilla, el 5 de junio para hablar sobre la próxima Conferencia Regional de Seguridad a realizarse en Guatemala.

Raymond J. Wennier

 


Según publicaciones de prensa, los dos presidentes opinan que la despenalización al consumo de las drogas “suaves” no es la solución al problema. En cambio hay muchos  funcionarios de otros paí­ses que opinan al contrario; como los de  California que dicen que sí­ se debe despenalizar la pertenencia de una cantidad de drogas “suaves” para el consumo personal. ¿Quién tiene razón?
Desde mi artí­culo del 4-11-10 en La Hora, opino que el problema de las drogas tiene que ser atendido en forma integral, quiero decir el “humanismo” de la persona y la parte “económica” del ser humano. Se han publicado una serie de artí­culos que demuestran que nadie tiene las respuestas de cómo luchar contra este flagelo de la sociedad, el tráfico y el consumo de drogas a nivel internacional y sus consecuencias adicionales en “costo-falta beneficio” para la sociedad como un todo integral. Una comisión privada de polí­ticos, intelectuales, empresarios y expertos en salud, reunidos en Ginebra  en enero de este año, propuso una nueva estrategia contra el consumo de drogas partiendo de la base que la guerra antidrogas encabezada por Estados Unidos y la ONU, ha fracasado. La estrategia sugerida está integrada por la despenalización y la educación como una forma de la prevención del consumo de drogas. ¿Cuáles son otras soluciones? Un debate serio a nivel internacional debe tomar en cuenta todas las posibles soluciones aportadas por los grupos pensantes para llegar a conclusiones aceptables factibles y así­  evitar la continuación de la siembra-fabricación-almacenaje-transporte y consumo de las drogas.
Sin embargo, es interesante conocer la  entrevista con Marcos Camacho “Marcola”, del medio televisivo “O Globo” en Brasil. El Capo, máximo dirigente del Primer Comando de la Capital de Brasil, en enero de este año, da opiniones alarmantes, que demuestran que nadie sabe cómo atacar el problema de las drogas por ser éste  tan multifacético para el ser humano y para la sociedad. Las respuestas de “Marcola” nos aproximan a lo que puede ser el futuro de la delincuencia común en América Latina. Lo que escribo a continuación, está  tomado de lo que él dijo en la entrevista. Pónganle atención y mediten sobre el significado de lo que dice.
“Yo era pobre e invisible, nunca me miraron, durante décadas era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio, migración rural, desnivel de ingresos, pocas áreas de miseria, discretas periferias, la solución nunca aparecí­a…ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardí­o de su consecuencia social. ¿Solución? NO hay solución. La propia idea de solución ya es un error. Sólo la habrí­a con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad polí­tica, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendrí­a que ser bajo la batuta casi de una tiraní­a esclarecida que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice y Judicial que impide puniciones. Todo eso costarí­a billones de dólares e implicarí­a una mudanza psicosocial profunda en la estructura polí­tica del paí­s. Es imposible. NO hay solución. La posmiseria genera una nueva cultura asesina ayudada por la tecnologí­a, satélites, celulares, internet y armas modernas. Nosotros somos una empresa moderna, rica. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la maní­a del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos <globales>. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros <clientes>. Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto por la violencia que provocamos. Les voy a dar una idea. Agarren a los barones de la cocaí­na. Hay diputados, militares, empresarios, hay  expresidentes  en el medio de la cocaí­na y de las armas. ¿Pero quién va a hacer eso? ¿Con qué dinero? Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la <normalidad>. Ustedes precisan hacer  auto crí­tica de su propia incompetencia. Pero a ser franco en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Ustedes no entienden ni la extensión del problema. Entiéndanme, NO hay solución. Como escribió el Divino Dante: Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno. Yo leo mucho, leí­ tres mil libros y leo a Dante”.
Así­ termina la entrevista al Capo “Marcola” quien está en la cárcel en Brasil. La pobreza, la poca educación, el hambre, la desintegración familiar, la falta de moral a todo nivel y el olvido de esa situación por la burocracia y demás instituciones del Estado, hace que estos  miembros de la sociedad en esas condiciones, faltos de oportunidades y sin atención, busquen la satisfacción a sus necesidades en las drogas. Son así­ la parte inicial de este  problema. Continuaremos tratando este tema el próximo jueves.