Ganadores de la promoción «La esperanza rota»


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Ayer, se llevó a cabo el sorteo de la promoción realizada por Diario La Hora que ofrecí­a dos libros de “La esperanza rota. La revolución guatemalteca y los Estados Unidos, 1944-1954” de Piero Gleijeses, publicado por Editorial Universitaria.

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Para nosotros, es un gran gusto anunciar que Julio González Rosal y Héctor Gaitán Alfaro fueron los ganadores de sendos libros de “La esperanza rota”, con quienes nos podremos en contacto, o bien pueden llegar a oficinas de Diario La Hora a partir del miércoles 2 de noviembre, de ocho de la mañana a cuatro de la tarde. Agradecemos, además, la participación de otros tantos lectores interesados, a quienes instamos a que participen en una nueva promoción.
 
NUEVA PROMOCIí“N
 
De nueva cuenta, Diario La Hora y Editorial Universitaria ponen a disposición tres libros de “El tiempo viejo. Recuerdos de mi juventud” de Ramón A. Salazar.
 
El nuevo concurso consiste en  hacernos llegar un recuerdo personal sobre algún hecho histórico de Guatemala, lugar, paisaje o personaje del paí­s, que haya sucedido años atrás, en homenaje a los recuerdos de Ramón A. Salazar que expone en su libro “El tiempo viejo”.
 
Personal de Diario La Hora estará eligiendo los tres mejores relatos o descripciones de antaño, tomando en cuenta la originalidad y el interés de la narración; los autores de estos tres relatos se harán acreedores de sendos libros.
 
La recepción de relatos puede hacerse ví­a correo electrónico a lahora@lahora.com.gt, o personalmente en las oficinas de Diario La Hora (9ª. calle “A” 1-56 zona 1, ciudad capital), con la identificación “PROMOCIí“N TIEMPO VIEJO”, a más tardar el jueves 10 de noviembre del presente año. La selección de los relatos premiados se llevará a cabo el viernes 11 de noviembre, y el sábado 12 del mismo mes se darán a conocer a los ganadores en este Suplemento Cultural.
 
Los relatos deben tener por lo menos media página, y no exceder de una página. Asimismo, se ruega que estén identificados con nombre, teléfono o correo electrónico, y documento de identificación. Agradecemos, de antemano su participación. Pronto vendrán más libros, por lo que le pedimos que estén atentos a más promociones.
 
EL TIEMPO VIEJO
 
“El tiempo viejo”, de sabroso estilo, muestra dos vertientes: una, cuasi  etnográfica en la que con una solvencia que se anticipó a la futura etnografí­a, describe costumbres nacionales. La otra vertiente, que es la polí­tica, escribe sobre la Guatemala de 1861 con reminiscencias de casi cuarenta años atrás emitiendo juicios muy subjetivos y sumamente ásperos contra el dictador conservador Rafael Carrera al mismo tiempo muy condescendientes hacia la dictadura liberal de Barrios. Fue fechada en junio de 1896 y en ella hace gala de una esmerada cultura y erudición cuando argumenta sobre literatura clásica y popular, mitologí­a alemana y griega, teologí­a, etc., durante el gobierno progresista del exgeneral José Marí­a Reyna Barrios (sobrino de Justo Rufino Barrios) y faltando sólo dos para la larga tiraní­a liberal de Manuel Estrada Cabrera.  En la obra se dibuja un “retrato urbano” de la capital y no realmente del paí­s (perspectiva predominante en la época).

LA REVOLUCIí“N DE OCTUBRE


El movimiento octubrista de 1944, tiene un origen que se remonta antes de la era Ubiquista, Jorge Ubico, dirí­amos es la culminación del conflicto junto con su apéndice que fue el General Ponce Vaides. El pueblo de Guatemala estaba harto de gobiernos militares de corte liberal que cada cierto tiempo se pasaban la presidencia a su sabor y antojo, con el beneplácito de la Embajada Americana que tuvo que ver hasta con dicho movimiento armado si se toma en cuenta que allí­ se pidió por medio de Toriello el Ultimatum a Ponce la mañana del viernes 20 de Octubre de 1944. Retrocediendo en el tiempo, Ubico habí­a lanzado el lema de «no reelección», punto que violó flagrantemente ante el pueblo y sus amigos que le llevaron al poder en 191.
 
Cuando se le reclamó su actitud con su primera reelección en el año de 1934, la respuesta fue el fusilamiento en contra de su amigo personal el Lic. Efraí­n Aguilar Fuentes y compañeros, inventándosele un complot, para justificar aquel crimen masivo. Aguilar Fuentes habí­a sido uno de los profesionales que le habí­a promovido para que llegara al poder en 1931. A más de ello la tenebrosa Ley Fuga aplicada a presos polí­ticos asesinados en la Penitenciarí­a Central con la que se exterminó a varios militares, profesionales, estudiantes universitarios y obreros hací­a insoportable el ambiente en aquellos aciagos tiempos de la década de los años treinta. Exilio, muerte y cárcel fue el lema de aquel gobierno despótico que era avalado por la oligarquí­a criolla y los poderes siempre existentes en el medio.
 
Para 1944, el pueblo de Guatemala habí­a cí­vica y polí­ticamente. Principiaron las manifestaciones, solicitando mejoras para la Universidad y mejores salarios para los empleados públicos y maestros, la respuesta fue la represión y las balas. La maestra Marí­a Chinchilla Recinos fue una de ellas, una ví­ctima de la represión brutal de la soldadesca del Castillo de San José. De la petición tibia se pasó a la exigencia de la renuncia del tirano y finalmente se logró el 1 de julio de dicho año 1944. Ya con Ponce en el poder que era una continuación de Ubico, militares dignos, estudiantes universitarios y obreros se consolidaron para el levantamiento final que culminó con la caí­da de Ponce y el triunfo revolucionario que nos dio diez años de libertad y cambios favorables para las grandes mayorí­as, lamentablemente fueron únicamente diez años hasta que el imperio terminó con todo avalado por la oligarquí­a y altos personeros de la Iglesia Católica, el resto es historia que la conocemos y padecemos hasta en la actualidad.  írbenz, Arana y Toriello, fueron los adalides de aquel movimiento.
 
Héctor Gaitán Alfaro

LA ESPERANZA ROTA


Al referirnos a la Revolución de Octubre, en verdad hablamos de la esperanza rota, que si bien, es el tí­tulo de un libro que pretende narrar una parte de la historia de Guatemala, es a la vez, el reflejo de la tristeza de nuestro pueblo. Una esperanza rota, porque se truncaron los sueños, se vinieron abajo la esperanza y el destino. Fue tan profundo el daño causado a la patria, con la intervención norteamericana, que aún con denuedo, angustia y fervor, los guatemaltecos se aferran a tal recuerdo. La sensación de los campesinos de ser propietarios, de la tierra de sus ancestros jamás volvió. Hoy deambulan por los caminos, como extraños, como extranjeros, de un lugar que una vez fue suyo. Los héroes de la revolución se recuerdan con cariño, entusiasmo y admiración. Los mayores levantando la vista al cielo, cuentan la historia de lo que una vez pudo haber sido. Un paí­s con desarrollo para todos. Un paí­s donde viviéramos como hermanos. Un paí­s donde hoy dí­a, no estuviéramos en esta guerra fratricida que no parece tener fin. Hoy dí­a solo nos queda, como hombres de esta patria nuestra, además de honrar el recuerdo de la revolución, el ser actores de un mejor destino, que logre transformar nuestras vidas como verdaderos guatemaltecos.

Guido Lombardo Torres Carrillo

LA ESPERANZA ROTA


I
¡Fue primavera sobre primavera!
¡Eran una locura los jardines!
Sonaron clamorosos los clarines,
Declarándola guerra verdadera.

II
A la ignorancia a la injusticia entera
Y Guatemala en todos sus confines
Definió sus anhelos y sus fines
En forma clara, firme y placentera

III
Pero el cáncer, oprobio de esta
Masacró con su saña destructora
Los destellos sublimes de una aurora.

IV
Que tantas ilusiones prometiera
Pero de pronto se esfumó la hora,
No duró ni una década siquiera…

Julio González Rosal