¿GANA o pierde??


La GANA es el producto de una coalisií²n de tres partidos polí¬ticos, cuyos dirigentes se distanciaron de la organizacií²n.

Analizar el caso de la Gran Alianza Nacional, GANA, impone limitaciones así­ como aprendizajes. Sobre lo primero, hay restricciones porque examinar una organización que acaba de nacer deja muy acotado el abordaje de su perfil ideológico o programático; sin embargo, eso mismo no es del todo negativo porque se puede tener como referente lo que impulsó desde el Gobierno.

Julio Donis

Es importante recordar que GANA es el producto de una coalición electoral de tres partidos en ocasión de las elecciones anteriores, partidos que para ese momento presentaban muy poca fortaleza institucional; este hecho marcarí­a el desarrollo de lo que serí­a GANA como partido porque la expectativa de concebir un proyecto polí­tico que perdurara en el tiempo, sobre la unión de otros con poco recorrido polí­tico, no superó la utilidad que si podí­a ofrecer la coalición, que era el éxito electoral.

Entre responsabilidad de gobierno

y el reto de crear el partido.

La coalición no dio para más como era natural y los hechos hablaron por si mismos, un primer partido se separó rápidamente una vez ganadas las elecciones del 2003 (Partido Patriota); el liderazgo de un segundo partido estaba involucrado profundamente en los cuadros del Gobierno y posteriormente en la conformación de lo que serí­a el grupo fundador de GANA como partido (Movimiento Reformador); y un tercero prestó su plataforma institucional (la llamada ficha) para crear la nueva identidad, con la desnaturalización consecuente de su propio perfil acuñado (PSN), (Incluso la GANA tomó el sí­mbolo de una pirámide maya que antes era el de dicho partido coalicionado).

En este marco, y habiendo ganado las Elecciones del 2003, la coalición se adjudicó el éxito de la dicha contienda y solo después se inició el proceso de formalización como organización polí­tica. Es aquí­ donde resalto uno de los dilemas más importantes de un partido, el de la conducción polí­tica, el de aspiración a conducir el Estado o la cosa pública, que para el caso de la GANA llegó antes que el partido mismo en estricto senso. Dejo planteadas cuestionantes para destacar algunos aprendizajes; ¿cuáles son las posibilidades reales de la experiencia de conducir el Estado al mismo tiempo que conformar el partido polí­tico?; derivado de esto, quiénes deberí­an liderar el proceso de uno sin contaminar el otro?; y finalmente de qué plataforma ideológica y programática se alimentó el Plan de Gobierno de GANA?

Más allá de las limitaciones y riesgos que ha implicado para GANA conformarse como partido polí­tico, hay que decir que no se habí­a intentado algo similar y en todo caso su perfil está más por construirse que por consolidarse, y mucho de lo que se dice tiene el adicionado de su gestión en el Gobierno. Sobre sus principios y postulados ideológicos propone de forma general el siguiente: Respeto a la persona, el reconocimiento a su libertad, la cimentación de sus principios éticos y morales y el gobierno de servicio como fundamento de la sociedad. Esto dice mucho y nada; pero hay que ir más profundo y destaco lo que dice GANA sobre la dimensión polí­tica, económica, social y cultural sobre lo cual se puede determinar mejor lo que dicen que son.

En lo polí­tico, destaca la Ley como delimitador del Poder; acepta la existencia del Estado únicamente como servidor de la persona; el gobierno que administre el Estado será bajo los principios de subsidiaridad y descentralización; un Estado que intervenga solo cuando el individuo lo necesite y dedicado a los que manifiesten una verdadera necesidad, ingerencia mí­nima en la cual intervendrá el gobierno. En suma la GANA se define así­ misma como un partido democrático libertario.

En lo económico, la GANA cree en la concepción de un sistema en el que el mercado es el mejor satisfactor de las necesidades, en el cual el Estado respeta la propiedad privada y estimula la libre interacción de los ciudadanos. En lo cultural, GANA promueve y reconoce una sociedad multicultural, promoviendo dicho valor en la Educación.

Sobre esto concluyo que hay evidencia pero también timidez de concebirse como un partido de corte liberal, en base a lo que dicen sus postulados. La doctrina polí­tica del liberalismo tiene una idea finalista del Estado, al que considera como un mero instrumento para alcanzar el bienestar humano individual; esto queda bastante explí­cito en los postulados. Se defiende bajo esta acepción el valor de la libertad. La GANA promueve este valor de forma constante a lo largo de sus estatutos. Hay que decir que el desarrollo de lo económico desde el liberalismo o desde la libertad en la historia de la humanidad, con frecuencia ha llevado a la opresión económica de reducidos grupos aventajados de la sociedad sobre mayorí­as marginadas, porque la libertad entre desiguales ha conducido con frecuencia a situaciones de injusticia.

Dos ideas para terminar. La primera resaltar que, en mi criterio, se volvió a comprobar la inviabilidad polí­tica del mecanismo de elecciones primarias para experiencias con fragilidad institucional o proyectos partidarios de reciente nacimiento. Dicho mecanismo presupone determinada madurez polí­tica e institucional. Si bien la GANA ni siquiera alcanzó a celebrar dicho ejercicio para determinar sus candidatos para las elecciones de este año por diversas razones, predigo que si el partido persiste, habrá sido mejor para su proceso de integridad institucional.

La idea final está relacionada con la posibilidad de persistir en medio del desgaste de haber hecho gobierno, el costo del desintegro prematuro de la coalición y el costo polí­tico de anular elecciones primarias anunciadas en medio de un proceso electoral que se avecina. Lo que le queda es una de dos, afrontar lo que parece ser es la maldición de los partidos polí­ticos en Guatemala, ganar las elecciones para luego desaparecer; o considerar un profundo proceso de recambio institucional en el largo plazo.