Según un informe sobre las extorsiones presentado por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en cuatro años se han registrado 23,048 casos de extorsión. Durante el 2013 este delito cerró con un 6.57 por ciento más que el año anterior, mientras que en el primer mes del 2014 ya se reporta un total de 470 denuncias de extorsión.

El GAM indica que del total de denuncias únicamente el 12 por ciento han llegado a capturas, constituyendo un 88 por ciento sin capturas y por lo tanto sin resolución judicial, quedando una gran cantidad de casos en la impunidad.

Durante cuatro años el número de extorsiones asciende a 23,048, de las cuales únicamente se ha capturado al 12 por ciento de los responsables de este delito.

En cuatro años, los departamentos que reportan la mayor cantidad de denuncias de extorsión son el departamento de Guatemala con 13,622, seguido de Quetzaltenango con 1,578,  Suchitepéquez con 885 y Escuintla con 724.

Mientras que los departamentos que presentan menos casos durante los últimos cuatro años son Quiché con 63, Retalhuleu 78 y Baja Verapaz con 127 denuncias por extorsión.

Karla Campos, del GAM, expresa que durante el 2010 se registraron 5,977 denuncias de extorsiones, en 2011 un total de 6,272, en el 2012 tuvo una baja significativa con un total de 5,216, mientras que en el 2013 se mantuvo un incremento y al trasladarlo a porcentajes es un 6 por ciento más en relación al año anterior, registrando un total de 5,583 denuncias de extorsión.

Campos señala que este delito no solamente tiene una afectación del patrimonio de una persona sino que conlleva un elemento psicológico y traumático para quienes son víctimas de este hecho delictivo.

IMPACTO NEGATIVO

Por su parte Lorena Escobar, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asies), dice que la extorsión es un delito que más sufre la población guatemalteca y que ha tenido fuertes impactos en la economía del país.

Escobar indica que este mal impacta negativamente no solamente en la seguridad de los guatemaltecos sino también en la economía, pues muchas de las victimas cierran sus negocios y al cerrarlos hasta cambian de vivienda.

Además manifiesta que aunque el registro de denuncias y casos se encuentran en el departamento de Guatemala, no quiere decir que no se dan en otros departamentos; pero lamentablemente se está trasladando esta forma de delinquir a otras ciudades del área rural.

Según la experta, para evitar este mal debe de haber una fuerte coordinación entre la Policía Nacional Civil y las agencias de inteligencia, a fin de detectar las zonas de extorsiones, pero sobre todo alentar al ciudadano a la denuncia.