Gálvez y la reconocida honorabilidad


GLADYS_MONTERROSO

Dentro de muy poco tiempo, Estuardo Gálvez dejará de ser “Rector Magnífico” de la Usac, y se va con muchas materias suspendidas, que probablemente con el paso del tiempo, a él le pesen más que a nadie, porque cuando el poder se desvanece, se van los amigos, los saludos afectuosos, las llamadas constantes, y solamente se queda la soledad, y con ello dos opciones: se automiente diciéndose a sí mismo y a los demás, que ha sido el mejor funcionario, o se reconocen los errores, y como el retrato de Dorian Gray, se ve la descomposición del interior, del yo interno de cada quien.

Gladys Monterroso


El último acto que llevó a cabo, el casi ex Rector, fue la calificación de los expedientes de los candidatos a Magistrados al TSE, y su posición, como persona y autoridad, quedó en deuda con la sociedad en general, al evitar la evaluación (No puntuación) más importante moral y legalmente, como lo es la Reconocida Honorabilidad, el Rector de la Universidad del Valle, planteo la importancia de tratar el tema, pero él no lo permitió, utilizando falacias como el hecho de confundir la Reconocida Honorabilidad con la Fama, nada más lejano señor, que confundir con cantinflescas palabras, dos atributos totalmente diferentes, porque él habló de buena o mala fama, y allí su error, la fama la tienen los artistas, escritores y demás, ahora en relación a la academia se tiene honorabilidad, y esta puede ser reconocida o no, e allí su  último pendiente público como Rector, no evaluar la importancia de este pequeñísimo gran detalle, por el que  la vida le regresará, no solamente ese acto de extrema deficiencia, sino que la historia le juzgará.

Yo le conocí hace muchos años, pero de un tiempo a esta parte, me he dado cuenta que tiene un desprecio hacia mi persona, que no puede ocultar, probablemente nunca lo sabré, porque nunca me lo dirá, y a mí no me interesa saberlo, pero es bastante cuestionable, que en la elección de los cuarenta, quien votó por mí fue el Ingeniero Moreno, y no el Rector de mi casa de estudios, mi agradecimiento hacía él.

Regresando al tema en cuestión, dentro de los diferentes gremios, se sabe, quiénes son y no son  honorables, por lo tanto Gálvez, mejor que muchos sabe muy bien, quien era quien, de los que participamos, y sabe, mejor que nadie que quedó en deuda nuevamente con el país, y no por mí, porque estoy acostumbrada a caminar cuesta arriba, pero no he vendido tres elementos importantes de mi persona, mi pensamiento, mi alma, y mi cuerpo, por lo tanto camino con la frente en alto, mis hijas pueden hasta el día de hoy, estar orgullosas de mí, por lo que ya pasado el momento creo necesario hacer un análisis sobre el tema, y el desconocimiento dentro de la Comisión, presidida por él, quien  no permitió debate sobre un tema toral, establecido como requisito en la Constitución, y es precisamente  la Reconocida Honorabilidad, la que por ser subjetiva no puede ser calificada, pero si fiscalizada, no es invisible, está allí, y no es propia de los profesionales tan solo, es de todos los seres humanos.

Dentro del mismo contexto la satisfacción más grande de una persona es ser reconocida por honrada y honesta, sea un comerciante, un prestador de servicios como un mecánico, o un profesional, ¿No les ha sucedido que en el momento de una necesidad, preguntan quién crees que sea el mejor? Y salta un nombre, eso es la Reconocida Honorabilidad, que sea conocido porque es justo, por ejercer su profesión con honestidad, si señor Rector, es no tener juicios pendientes, ni antejuicios, usted quedó en deuda con la nación por compromisos politiqueros, que le redituaran, favores politiqueros o dinero no sé, pero no honores, esa será materia pendiente para usted.