El gobierno palestino de unión nacional será formado «en menos de una semana», declaró un consejero del presidente palestino y jefe de Fatah, Mahmud Abas, quien tras dos días de intensas reuniones en La Meca firmó un acuerdo con el líder de Hamas, Jaled Mechaal.
El nuevo gabinete, que estará encabezado por el actual primer ministro, Ismail Haniyeh, de Hamas, está llamado a evitar una reanudación de la violencia interpalestina y salir de la crisis político-financiera en los territorios.
Israel y Estados Unidos reaccionaron con prudencia a este anuncio, a la espera de conocer la composición del gobierno, y recordaron a los palestinos que deben aceptar sus tres condiciones imperativas.
Se trata de reconocer el derecho de Israel a la existencia, así como los acuerdos firmados en el pasado con el Estado hebreo, y renunciar a la violencia.
Según Nabil Amr, consejero de Abas, el equipo ejecutivo estará compuesto en «menos de una semana».
Bajo los auspicios del rey saudí Abdalá, Abas y Mechaal suscribieron un acuerdo el jueves por la noche, después de dos días de reuniones en La Meca, alentadas incesantemente por los responsables saudíes.
El acuerdo prohíbe el derrame «de sangre palestina», «afirma la unidad nacional y adopta el diálogo como el único medio para resolver los conflictos», según Amr.
Abas encargó al primer ministro saliente del gobierno de Hamas asumir la jefatura del gobierno de unidad, que llama a «respetar la legalidad internacional y los acuerdos concluidos por la Organización de Liberación de Palestina» (OLP), indicó el consejero presidencial.
Esta es la única referencia implícita al incierto acatamiento de las condiciones impuestas por el Cuarteto de Oriente Medio (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y ONU), una cuestión que hasta ahora había imposibilitado el avance de las negociaciones.
El rechazo de Hamas a aceptar estas exigencias motivó la suspensión de la ayuda financiera occidental a la Autoridad Palestina, ahora al borde de la asfixia.
La Unión Europea juzgó «de forma positiva pero prudente» el compromiso entre palestinos, indicó por su parte la portavoz del Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, estimó que la «inclusión en el programa de gobierno del respeto de las resoluciones internacionales y de los acuerdos concluidos por la OLP constituye un paso hacia la buena dirección», que debe llevar al reconocimiento de Israel.
La prensa palestina mostró su esperanza de que el acuerdo de La Meca conduzca a un levantamiento de las sanciones impuestas contra el gobierno actual de Hamas, en funciones desde marzo de 2006.
En cambio, los medios israelíes lamentaron que el compromiso no reconozca de forma explícita ninguna de las tres condiciones de Occidente para poner fin al boicot.
El pacto prevé asimismo el fin de la violencia entre palestinos que dejó 67 muertos desde el 25 de enero.
El rey Abdalá felicitó a sus signatarios por «haber estado a la altura de sus responsabilidades».