La liberalización del mercado energético europeo atraviesa un momento de apogeo en el que paradójicamente los grupos del sector buscan concentrarse, apoyados, en algunos casos, por la voluntad de los Estados de convertirse en líderes nacionales en ese estratégico sector.
En pocos meses se produjeron varias grandes operaciones, especialmente en España, donde la primera eléctrica, Endesa, fue blanco de varias Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) provenientes de diferentes países, y donde la segunda eléctrica española, Iberdrola, compró la británica Scottish Power.