«Sin ser maximalistas vamos a tener un año difícil, vamos a cerrar en saldos negativos y vamos a comenzar a recuperarnos hacia la mitad del próximo año, a tono con las posibilidades de recuperación de la economía de Estados Unidos», aseguró el izquierdista Funes al matutino.
Para el mandatario, la mala situación de las finanzas del país es una «herencia» del anterior gobierno derechista del ex presidente Antonio Saca, a quien ha criticado reiteradamente por no tomar, según él, las medidas necesarias para hacer frente al impacto de la crisis financiera internacional.
La crisis se ha traducido en una baja en la recaudación fiscal, que rondará el 2% del Producto Interno Bruto, es decir unos 500 millones de dólares, en 2009, estimó Funes.
La crisis de la economía estadounidense también ha impactado a El Salvador, donde uno de los sectores que más se ha visto afectado es la maquila.
Desde mediados del 2008 y hasta el primer semestre de 2009 la industria maquilera salvadoreña ha visto cerrar una decena de fabricas con el consiguiente despido de al menos unos 7.000 trabajadores, según datos de la Cámara Salvadoreña de la Industria Textil y de la Confección (Camtex).
Las remesas que envían a su país los 2,8 millones de salvadoreños residentes en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, cayeron un 10,8% entre enero y julio, en comparación con igual periodo de 2008, según el Banco Central de Reserva (BCR).
Para hacer frente a la mala situación de la economía, Funes prevé recurrir a empréstitos internacionales y es en esa línea que alista un viaje a Brasil, posiblemente entre el 8 y 9 de setiembre próximo.
Durante la visita, espera firmar con ese país un préstamo por unos 400 millones de dólares, según dijo una fuente de la Casa Presidencial.
Funes señaló que el país necesita al menos unos 1.500 millones de dólares en créditos.