Con una credibilidad y popularidad ganadas durante años en el periodismo televisivo, Carlos Mauricio Funes llevó a la ex guerrilla izquierdista salvadoreña al poder en su cuarto intento tras el término de la guerra civil en 1992, poniendo fin a 20 años de gobierno de derecha.
Este egresado de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) de 49 años se ganó la admiración de los televidentes por someter a implacables interrogatorios ante las cámaras a funcionarios de gobierno, dirigentes políticos y personajes de la vida nacional.
Nacido el 18 de octubre de 1959, el candidato presidencial está casado en segundas nupcias con la brasileña Wanda Pignato, representante del Partido de los Trabajadores de Brasil para Centroamérica, y es padre de cinco hijos.
Uno de ellos, Alejandro (27), fue asesinado en París el 10 de octubre de 2007 cuando estudiaba fotografía.
Con apenas 16 años, tras completar la secundaria, Funes se convirtió en maestro de letras durante cinco años, antes de iniciar sus estudios de Licenciatura en Letras, con especialidad en Medios de comunicación social, en la (UCA), aunque no culminó su proceso de graduación.
En 1994 fue galardonado con el famoso premio María Moors Cabot que otorga la Universidad de Columbia, para los mejores reportajes sobre América Latina, por sus investigaciones durante una década.
Funes comenzó su carrera periodística en febrero de 1986 en el canal 10 de la televisión nacional y en marzo de 1987 pasó al Canal 12, donde durante 14 años dirigió la «Entrevista al día». También fue director de los servicios informativos de la televisora.
Entre junio de 1991 y septiembre de 2007 se desempeñó como corresponsal de la cadena estadounidense CNN en español.
En el marco de la guerra civil (1980-1992), Funes, en un desafío al estado de sitio, entrevistó a los dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), su actual partido.
Durante el conflicto armado perdió a su hermano mayor Roberto, un dirigente estudiantil que fue asesinado por la Policía Nacional (ya desaparecida por ley) el 14 de agosto de 1980.
En marzo de 2003, tras el triunfo de la izquierda en los comicios legislativos, fue sacado del aire el programa de opinión «Sin Censura», que también dirigía el ahora presidente electo, y de forma inesperada, en febrero de 2005, fue cesado de su cargo de director de noticias de Canal 12.
El comunicador se desempeñó igualmente como director del Centro Video de la UCA, donde recibió reconocimientos por sus trabajos de investigación.
El 28 de septiembre de 2007, luego de 21 años de ejercer el periodismo, Funes se despidió de sus televidentes para aceptar la candidatura presidencial del FMLN.
Apodado durante la primaria como «el pajarito», Funes, autodefinido como un hombre de «pensamiento de izquierda», ha roto el estigma que perseguía a la izquierda, llevando como vicepresidente al ex comandante Salvador Sánchez Cerén, un maestro de 64 años, y el único dirigente histórico de la antigua comandancia general guerrillera.
Sánchez Cerén, que dejó las aulas para incorporarse a la lucha insurgente en los años ochenta, hasta antes de su elección era el jefe de la fracción legislativa del FMLN.
La prensa salvadoreña destacó hoy que el triunfo del candidato izquierdista Mauricio Funes en los comicios presidenciales de ayer «abre una nueva etapa» para el país, pero le aguarda «un difícil camino».
Con títulos de «Mauricio Funes gana la presidencia» y «Mauricio Funes presidente», El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, dedicaron extensos suplementos a la jornada electoral en la que el candidato de la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llega por primera vez al poder.
«Ahora se abre la nueva etapa de esta coyuntura, en la que los actores políticos deberán demostrar que están de veras no solo a la altura del comportamiento ciudadano, sino también a la altura de las circunstancias nacionales e internacionales», consignó en su editorial La Prensa Gráfica.
Para el matutino, luego del triunfo de la izquierda «se verán sin duda importantes reacomodos de poder, de seguro principalmente en ARENA (Alianza Republicana Nacionalista), que tendría que pasar a una fase urgente de autoevaluación, autocrítica y redefinición profunda para asegurar la fuerza que el equilibrio político necesita».
Por su parte, El Diario de Hoy destacó del discurso de proclamación la frase del presidente electo «saludo a mis adversarios con respeto».
En un editorial titulado «Encomiables palabras, difícil camino», El Diario de Hoy precisó que «la propuesta de unidad nacional se recibe con los brazos abiertos, como corresponde y en función de un mandato popular conferido en elecciones libres».
«El Salvador está dividido y requiere una profunda dosis de sabiduría de ambas mitades para encontrar el mejor camino para el país», subrayó el matutino.
El Diario de Hoy pidió a Funes enfrentar «con fuerza casi sobrenatural» la violencia generada por la delincuencia y pandillas.
En cuanto a la línea política, El Diario de Hoy abogó porque «sea Lula (Luis Inácio Lula da Silva, el presidente brasileño) y no (el mandatario venezolano Hugo) Chávez el que influya en la dirección del país. Lo dijo el presidente electo un millón de veces, y está el país entero pendiente de que cumpla su palabra».
«Aprendamos de España, cuyos pactos de la Moncloa sirven de tanta sabiduría para nosotros, habiendo alcanzado una serie de acuerdos básicos para todos los lados del espectro político», agregó.