Según el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, la despenalización de las drogas convertiría a Centroamérica “en un paraíso de consumo de esas sustancias”, por lo que luego de su visita a Guatemala negó que apoye esta medida impulsada por Otto Pérez Molina. Asociaciones que velan por la niñez y la adolescencia en riesgo estiman que la legalización de los narcóticos sería perjudicial para estos sectores de la población.
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Según medios salvadoreños, al regresar a su país, Funes aclaró que no está de acuerdo con la propuesta ofrecida por el mandatario guatemalteco, aunque hizo la salvedad de que éste puede presentarla ante el resto de mandatarios de la región.
“En lo particular, yo no estoy de acuerdo en la despenalización ni de la producción, ni del tráfico, ni del consumo de la droga, por una sencilla razón: si bien es cierto manda una señal y golpea la estructura financiera de los carteles de la droga, en la medida en que se reducen los costos de comercialización de la misma, y por lo tanto al venderla más barata, en esa medida también sus ganancias son menores, pero crea un problema de índole moral a la base. No podemos permitir que nuestros jóvenes y nuestros niños tengan acceso fácil a la droga”, citan medios salvadoreños respecto a la postura del gobernante.
Ayer, Pérez Molina y Funes conversaron acerca de la seguridad fronteriza y el narcotráfico, en donde el mandatario guatemalteco le planteó la posibilidad de legalizar todo lo referente a los narcóticos, sin embargo, el salvadoreño cuestiona si la población de la región centroamericana quiere ver a sus países convertidos en “paraísos del consumo de la droga”.
RETO
Ante la propuesta de Pérez Molina la reacción de Estados Unidos ha sido inmediata, rechazando esta posibilidad, pues la consideran una “amenaza a la salud y a la seguridad pública”.
También ahora, Funes se opone a esta medida indicando que como gobernante promoverá el diálogo en la región, pero a título personal considera que se trata de una medida que afectaría a la niñez y juventud centroamericana.
Es así como el mandatario guatemalteco deberá presentar su propuesta en la próxima reunión de mandatarios, a realizarse en marzo próximo en El Salvador.
SERÍA DAÑINO
Enrique Barillas, de la Asociación Amigos de los Niños “Hogar Tío Juan”, asegura que, aunque esa entidad no trabaja con menores en riesgo de drogadicción, a título personal considera perjudicial la legalización de las drogas.
Según el consultado, los estupefacientes causan daños emocionales y físicos y si esta situación se traslada a los menores en etapa de desarrollo los daños que causarían serían aún peores.
Además, Barillas asegura que se debe realizar un estudio adecuado para determinar si verdaderamente la violencia se frenaría con la despenalización de las drogas y tomar en cuenta que en países donde ya se comercia libremente con las drogas hay otras secuelas.
De igual manera, el exvicepresidente Rafael Espada asegura que el país aún no cuenta con los mecanismos necesarios para enfrentarse a los retos que le esperan al legalizar las drogas.
“Moralmente es difícil decir que legalicemos la droga, lo que hace falta es hacer un juicio bien establecido y determinar científicamente si en efecto el narcotráfico disminuiría, nadie lo ha hecho hasta ahora”, señala.
El exvicemandatario comentó que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, UNESCO, realiza un proyecto para establecer esta situación, si realmente se disminuiría la violencia al vender libremente una droga de hábito.