Fundador de WikiLeaks denuncia «una maquinación»


Wikileaks publicó archivos secretos, lo cual provocó una fuerte reacción. FOTO LA HORA: AFP ARCHIVO

El australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, el sitio internet que difundió miles de documentos secretos estadounidenses sobre la guerra en Afganistán, calificó de «maquinación» la investigación por violación abierta contra él en Suecia, en una entrevista concedida a la AFP.


«La única ví­ctima aquí­ soy yo», declaró Assange, que denunció una instrucción «inquietante» en un caso marcado «por venganzas personales, la ideologí­a y el arribismo repugnante» de la fiscal Marianne Ny que lleva el caso.

«Estas acusaciones son infundadas. Y el proceso es inquietante», denunció Assange, que en declaraciones telefónicas a la AFP dijo que quiere permanecer en Suecia para probar su inocencia.

«La totalidad de esta investigación por violación fue realizada sin contribución mí­a. Nadie me interrogó sobre este caso de violación», afirmó Assange, 39 años, que fundó WikiLeaks en 2006.

«La policí­a se niega a decir si existe una orden de detención contra mí­. Me he enterado de todo por la prensa. Esto dura ahora desde hace dos semanas», agregó.

En declaraciones a la policí­a sueca el 20 de agosto, dos mujeres acusaron a Assange, una de violación y la otra de agresión sexual.

La investigación, marcada por varios giros inesperados de diferentes fiscales, fue cerrada una primera vez y reabierta la semana pasada.

Julian Assange reconoció haber frecuentado a las dos mujeres, al menos en una conferencia de prensa, pero declinó indicar si tuvo relaciones í­ntimas con ellas, limitándose a decir que se trata de «un asunto privado».

«Se trata claramente de una maquinación de las personas implicadas, las demandantes y posiblemente Expressen», el diario popular conservador que reveló el caso el 21 de agosto, afirmó Assange a la AFP.

«En diferentes momentos de este caso, se produjeron vendettas personales, aquí­ hay ideologí­a, está el arribismo de la fiscal jefe (Marianne Ny) de la forma más repugnante», insistió el portavoz de WikilLeaks.

Julian Assange se mostró más cauto en cuanto a otras implicaciones posibles.

Los servicios secretos norteamericanos «probablemente están muy felices ahora», pero mencionar su implicación o la de los servicios suecos «es pura especulación», dijo Assange.

Sin embargo, según Assange, existen «indicios de que hubo una implicación polí­tica, aunque no existan pruebas claras».

«El mes pasado, los servicios de inteligencia suecos fueron contactados por Estados Unidos para decirles que Suecia no debí­a ser un remanso para WikiLeaks», dijo Assange, que afirmó a la AFP que dispone de «dos fuentes seguras» de los servicios secretos.

Assange denunció los perjuicios que este asunto causa a su organización, que se dispone a publicar 15.000 documentos militares confidenciales sobre Afganistán.

En julio pasado, WikiLeaks desencadenó una tormenta mediática y provocó la furia del Pentágono con la publicación de 77.000 documentos.

Assange no quiso proporcionar fecha de publicación de los 15.000 documentos restantes sobre Afganistán, prevista inicialmente en septiembre.

«El caso sueco causó retrasos en todos nuestros proyectos, atrasos notables. Esto ha sido una interrupción enorme», dijo Assange.

«Tenemos previstas nuevas publicaciones relacionadas con el fraude financiero, el sector bancario y los crí­menes de guerra», agregó Assange.

El fundador de Wikileaks criticó también una ofensa contra su honor.

«Ahora mismo, el caso es mencionado en seis millones de páginas web. Y en una de cada veinte páginas web en las que figura la palabra violación también aparece mi nombre», denunció.