He estado trabajando en una oficina cerca de FUNDACIí“N MARCO ANTONIO por seis meses, lo que me permitió apreciar la comodidad, higiene, seguridad y buena administración del hospital para personas viviendo con VIH, así como la atención integral de sus clínicas desde la consejería previa a la prueba hasta la entrega de medicamentos y víveres, conscientes de que las personas viviendo con VIH no pueden medicarse sin una buena alimentación y tomando en cuenta la falta de recursos de quienes acuden a FMA, en su mayoría del interior o zonas marginales. Asimismo, pude escuchar las pláticas diarias de apoyo que imparten desde las siete de la mañana, donde esta parte vulnerable de nuestra población recibe información para aprender a sobrellevar las consecuencias del VIH, además, se les prepara psicológicamente a vivir adheridos a los medicamentos, lo que les permite una mejor calidad de vida a pesar y aprenden a nutrirse de manera conveniente y a continuar con su vida sexual sin contagiar a otros, contribuyendo de esta forma a evitar que la pandemia siga extendiéndose. La clínica brinda también atención a la población sin VIH con consultas, exámenes de VIH y pruebas de laboratorio a precios módicos. TODO ESTE TRABAJO DE MíS DE NUEVE Aí‘OS Y TODO ESTE ESFUERZO SE VE AMENAZADO POR LA NO ADJUDICACIí“N DE PRESUPUESTO, PARA ESTE Aí‘O, POR PARTE DEL CONGRESO, NO DEJANDO OTRA ALTERNATIVA QUE CERRAR TANTO EL HOSPITAL COMO UNA DE LAS CLíNICAS. Podrían las nuevas autoridades evaluar la situación y explicarle a la población que paga impuestos y tiene derecho a la salud y a la vida si el Roosevelt o el San Juan de Dios, conociendo toda la población su capacidad, podrán atender a este millar de personas viviendo con VIH que quedarán sin los servicios de FMA o si se atentará contra sus derechos a la salud y a la vida privándoles de los beneficios hasta la fecha brindados. Los 10 millones que correspondían a FMA fueron dados a cuatro instituciones que sin desmerecer su aporte a la sociedad, no involucran el riesgo a perder la vida de las personas a las que benefician si el dinero no les hubiera sido adjudicado, como es el caso de los pacientes de FMA. De manera personal insto a los organismos internacionales, entidades privadas, medios de comunicación y a la población en general a investigar al respecto, visitar FMA para comprobar su labor y apoyar el rechazo a esta decisión que afecta la vida y los derechos de las personas viviendo con VIH, ya sea enviando sus comunicados de apoyo a FMA o escribiendo en la opinión de lectores de todos los medios. Asimismo, insto a las personas que han recibido los servicios que compartan su experiencia y demanden del nuevo Gobierno el seguir contando con los mismos.