Fujimori recibió hasta 180 personas en un dí­a


El régimen de visitas del ex presidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años por crí­menes de derechos humanos, fue cuestionado en la clase polí­tica al revelarse que recibió hasta 180 partidarios en un dí­a para motivarlos a votar por su hija Keiko en las elecciones de 2011.


Los congresistas de varias agrupaciones polí­ticas adversarias del ex presidente exigieron recortar el derecho de visita y pidieron explicaciones a las autoridades penitenciarias sobre las múltiples visitas que éste recibe en la sede policial en Lima que le sirve como prisión desde agosto de 2008.

El presidente Alan Garcí­a minimizó el hecho y dio a entender que el clima electoral, de cara a las elecciones municipales de octubre de 2010 y las presidenciales de abril 2011, despertaba iras y pasiones.

«Los candidatos rivales pueden tener temor del adoctrinamiento que puede estar haciendo» el ex presidente Fujimori, dijo Garcí­a a periodistas en un acto público este viernes.

El mandatario sugirió, sin embargo, que Fujimori, de 71 años, «deberí­a limitar con prudencia las visitas para que no se llame la atención. Solo puedo opinar que se cumplan con prudencia los reglamentos de la prisión».

En el tiempo que lleva preso «ha recibido visitas pero éstas no habí­an motivado alarma o problemas», agregó Garcí­a tras resaltar que el régimen de preso ordinario que tiene Fujimori le permite recibir a quien quiera.

El director del sistema peruano de prisiones, Rubén Rodrí­guez Rabanal, dijo el viernes que Fujimori habí­a recibido hasta 180 partidarios durante un dí­a domingo en grupos de 15 personas.

El escándalo estalló luego de que el semanario Caretas publicara un reportaje informando que Fujimori recibió en su celda a dirigentes barriales y clubes de madres «para recibir charlas de adoctrinamiento con miras a las elecciones presidenciales del 2011».

Las personas que llegan a la prisión son recibidas con un almuerzo y pasan a un ambiente en el que el ex presidente aparece. Ahí­ comienza la charla con miras al trabajo proselitista del 2011 y la candidatura de su hija Keiko Fujimori, denunció Caretas.

La hija mayor del ex presidente, la congresista Keiko Fujimori, de 35 años, figura en todos los sondeos como segunda de cara a la presidencial del próximo año.

La muy popular congresista, que obtuvo la mayor votación en las elecciones legislativas de 2006, basa su campaña en la promesa de dejar en libertad a su padre, a quien considera condenado injustamente.

«No se puede permitir que un reo reciba visitas sin lí­mite de tiempo y de número», declaró por su lado el congresista Juan Carlos Eguren de la alianza conservadora Unidad Nacional.

El congresista oficialista Mauricio Mulder señaló que Fujimori y sus seguidores «se están aprovechando del temor y desidia de funcionarios del centro de reclusión».

«Son reuniones de carácter masivo, si Fujimori quiere, puede hacer sus reuniones partidarias con sus dirigentes», criticó Mulder, un influyente parlamentario cercano al presidente Garcí­a.

El congresista fujimorista Rolando Sousa defendió el régimen carcelario de Fujimori señalando que éste «puede hablar de lo que le dé la gana porque de lo único que está prohibido es de su libertad ambulatoria».

Fujimori fue condenado en 2009 como autor intelectual de la muerte de 25 personas en dos matanzas perpetradas por un escuadrón de la muerte bajo su régimen (1990-2000) durante la lucha contra la guerrilla maoí­sta Sendero Luminoso.