Alberto Fujimori evitó mediante decisión judicial testificar contra su influyente ex asesor Vladimiro Montesinos, aunque ambos se verán las caras en algún momento en el proceso por violación a los derechos humanos contra el ex presidente peruano.
La Tercera Sala Anticorrupción determinó en primera instancia que el ex mandatario no declare como testigo en el juicio que se sigue a un grupo de militares por la fuga de Montesinos a Panamá, en octubre de 2000, en las postrimerías del gobierno de Fujimori (1990-2000).
La decisión final, sin embargo, la tomará la Corte Suprema de Justicia luego de que el procurador Alexei Sáenz presentara un recurso en que reitera su demanda para que Fujimori brinde su declaración en el proceso.
El tribunal anticorrupción respaldó el argumento de César Nakazaki, defensor de Fujimori, de que el ex mandatario no está obligado a comparecer en procesos que la justicia de Chile no incluyó cuando aceptó la extradición de Fujimori en setiembre pasado.
Sáenz sostiene en contrario que no hay impedimento para ello porque en ese juicio han declarado otros testigos pese a que fueron extraditados por otros cargos.
El procurador había solicitado que Fujimori declare sobre la fuga de su ex brazo derecho quien buscó asilo en Panamá en octubre de 2000, luego que se puso al descubierto una red de corrupción que dirigía Montesinos.
El propio Montesinos pidió la semana pasada que Fujimori presente su testimonio y dijo que «nadie está exento de declarar como testigo y colaborar con la justicia».
La decisión judicial que deberá resolver la Corte Suprema postergó de momento lo que se considera un esperado encuentro cara a cara entre Fujimori y Montesinos, que fueron firmes aliados en la década fujimorista, pero que rompieron vínculos en la etapa final del régimen.
Ese careo de producirá en las próximas semanas, en fecha aún no precisada, cuando Montesinos comparezca en el juicio contra su ex jefe por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, en 1991 y 1992 que dejaron 25 muertos, en que la fiscalía pide para Fujimori treinta años de cárcel.
El pedido de Montesinos para que el ex mandatario se presente en el caso de la fuga a Panamá es interpretado por analistas como una maniobra del ex asesor para que Fujimori dé el primer paso y saber si declarará a favor o en contra de él, lo cual determinaría luego la actitud del ex asesor en el proceso contra el ex presidente.
Se desconoce cuál será la actitud de ambos personajes, calificados de astutos, fríos y calculadores, cuando estén frente a frente en una sala de audiencias.
Es probable que Fujimori y Montesinos entren en un «pacto de silencio para no atacarse y harían todo lo posible por no caer en una guerra que los puede hundir a los dos», opinó el sociólogo Carlos Reyna.
Carlos Rivera, abogado de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, estimó que ambos han abierto un proceso de diálogo para no incriminarse en los juicios que afrontan.
Tras fracasar su pedido de asilo en Panamá, Montesinos retornó a Perú y volvió a fugar por mar en un yate hasta que finalmente fue detenido a inicios de 2001 en Venezuela.
Agobiado por el escándalo de corrupción de su ex asesor, Fujimori huyó a Japón en noviembre de 2000 desde donde renunció a la presidencia vía fax, pero el Congreso rechazó su renuncia y lo destituyó.