Las fuerzas sirias lanzaron una bomba de barril, un explosivo improvisado, para atacar el martes una mezquita que estaba siendo utilizada como escuela en un barrio controlado por los rebeldes, matando al menos a cinco personas, entre ellas niños, dijeron activistas.
El ataque aéreo —uno de por lo menos siete lanzados el martes en la estratégica ciudad norteña de Alepo— se produjo en medio de una intensificada campaña del gobierno del presidente Bashar Assad para recuperar partes de la ciudad que fueron capturadas por los rebeldes a mediados de 2012.
Lejos de los campos de batalla en Siria, el gobierno ruso —el mayor aliado internacional de Assad— expresó su confianza en que Damasco volverá a las conversaciones de paz organizadas por Naciones Unidas en Ginebra para tratar de encontrar una solución al conflicto.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia y enviado especial de Moscú para el Medio Oriente, Mikhail Bogdanov, dijo el martes que está seguro de que el gobierno sirio participará en la segunda ronda de conversaciones.
La crisis de Siria, que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad en marzo de 2011 pero que estalló como revuelta armada y guerra civil, ha matado a más de 130.000 personas y ha obligado a casi un tercio de la población —de 23 millones antes de la guerra— a dejar sus hogares.
«No tenemos dudas de que los representantes del gobierno asistirán a una segunda ronda de conversaciones entre las partes sirias en Ginebra», dijo Bogdanov en declaraciones divulgadas por las agencias rusas de noticias. «Esperamos que ambas partes continuarán un debate paciente y constructivo», agregó.
El diplomático ruso habló luego de una reunión en Moscú con un grupo de la oposición siria que es respaldado por occidente, la Coalición Nacional Siria.
El gobierno de Assad no se ha comprometido ni ha dicho públicamente si asistirá a la siguiente ronda, prevista para comenzar el 10 de febrero. La primera ronda de negociaciones de enero no consiguió ningún acuerdo significativo, salvo el de convenir volver a reunirse a finales de este mes para más conversaciones.
La oposición de Siria ha denunciado los ataques aéreos, especialmente el uso de bombas de barril —dispositivos toscos llenos de combustible, explosivos y trozos de metal que sirvan de metralla_, en zonas civiles, en particular contra Alepo, como evidencia de que Assad tiene poco interés en la paz.
La mezquita atacada el martes en Alepo —la mezquita Uthman Bin Affan, en el barrio de Masaken Hanano— estaba siendo utilizada como escuela religiosa para niños, dijo Hassoun Abu Faisal, miembro del grupo activista Aleppo Media Center (AMC).
Abu Faisal dijo que había niños en el interior del templo cuando cayó la bomba de barril.
Otro grupo activista, Comités Locales de Coordinación, aseguró que cinco personas murieron en el ataque. No se aclaró inmediatamente cuántas de las víctimas eran niños. Abu Faisal dijo que 10 personas murieron, pero es común que haya diferencia en las cifras de víctimas luego de este tipo de ataques.
Un video publicado en las redes sociales muestra a varios hombres cargando al menos dos cadáveres de niños, cubiertos de polvo y sangre.
Las imágenes muestran que en la zona hay rocas, concreto y otros cadáveres. Los cuerpos de un adulto y un niño, aparentemente sin vida, yacen en el pavimento. Se observa a un hombre caminando a lo lejos, agarrándose la cabeza en señal de angustia. El video es congruente con el reporteo de The Associated Press sobre el ataque.