Fuerzas federales llegaron hoy en 11 helicópteros al estado de Michoacán, en el oeste de México, a reforzar la seguridad, después de que el gobierno mexicano emplazara a grupos de autodefensa a deponer las armas y anunciara que tomará el control de las operaciones.
La Procuraduría General de la República cedió por tiempo indeterminado los helicópteros para apoyar la estrategia, que busca poner fin a una ola de violencia que se desató en la región de Tierra Caliente en los últimos días.
Después de una reunión de crisis del gabinete de seguridad en la ciudad de Morelia, capital de Michoacán, el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció un acuerdo con las autoridades locales por medio del cual el gobierno federal tomará el mando.
Osorio Chong pidió a las autodefensas, que alegan actuar por cuenta propia contra el crimen organizado ante la inacción de las autoridades, replegarse a sus comunidades y advirtió que se tomarán medidas contra quienes porten armas al margen de la ley.
En los helicópteros enviados por la fiscalía general llegaron 70 agentes operativos, de reacción y del ministerio público, que se suman a miles de militares ya desplegados en la zona.
Además, efectivos de la Marina llegaron para brindar seguridad a la ciudad de Uruapan, que se señalaba como uno de los objetivos de las autodefensas, y el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, empezará a despachar mayoritariamente en Apatzingán, bastión del cártel de Los Caballeros Templarios y joya de la corona para los distintos grupos.
El fin de semana las guardias comunitarias ocuparon Nueva Italia, el segundo mayor baluarte del cártel, y su expansión volvió a provocar reacciones violentas de grupos que rechazan su presencia.
En los últimos días ha habido tiroteos y quema de camiones por parte de desconocidos para bloquear carreteras, además de incendios provocados en oficinas municipales y tiendas Apatzingán, en protesta contra las autodefensas.
El gobierno mexicano emplazó hoy a un desarme a las guardias comunitarias. Sin embargo, las autodefensas respondieron que seguirán «en pie de lucha» mientras continúen libres los principales líderes del crimen organizado.
«Las autodefensas no vamos a bajar las armas ni vamos a retirar la ayuda a los municipios que la pidan, no hemos visto reacción del gobierno estatal para atacar a los verdaderos criminales», expresaron en un comunicado, emitido a través de las redes sociales por el usuario Valor por Michoacán.
Osorio Chong dijo que las autodefensas, en lugar de contribuir a generar más seguridad, han provocado un mayor deterioro del Estado de derecho y del tejido institucional en Michoacán, un estado del oeste de México.
«A los grupos de autodefensa se les emplaza para que regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades cotidianas», agregó Osorio Chong.
Pese al llamado del gobierno las autodefensas dijeron que continuarán su lucha hasta ver resultados «contundentes».
«Queremos la aprehensión de los líderes de la delincuencia organizada y en ese entonces nos sentaremos a platicar con el gobierno», señalaron.
Estas organizaciones, que tienen dos líderes visibles, José Manuel Mireles e Hipólito Mora, empezaron a surgir hace un año en Michoacán para combatir al cártel de Los Caballeros Templarios, alegando falta de respuesta de las autoridades frente a asesinatos, secuestros y extorsiones.
Las autodefensas afirmaron que si el gobierno hubiese realizado bien su trabajo no hubieran tenido necesidad de rebelarse. «Era defendernos o morir en manos de criminales».
En la reunión de seguridad de Morelia estuvieron, además de Osorio Chong, altos mandos del Ejército, la Marina y la policía federal, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y el gobernador de Michoacán.
Apenas en mayo, en un acto similar, se había anunciado ya una mayor presencia policial y militar en Michoacán, además de medidas para recomponer el tejido social.
El nuevo acuerdo de seguridad destina también un presupuesto de 250 millones de pesos (unos 20 millones de dólares) para la prevención del delito. También crea una unidad antisecuestro.
Michoacán ha sido escenario de violencia desde hace varios años, pero ahora se ha complicado la situación por la multiplicación de grupos armados con distintas motivaciones.
En 2006 el entonces presidente Felipe Calderón inició su mandato con el anuncio del envío de miles de policías y militares a ese estado para neutralizar a las organizaciones criminales.
Pese a ello, los cárteles dominan buena parte de la vida económica con actividades ilícitas, muchas veces en complicidad con autoridades o policías corruptos.