Fuente, mil usos


Su ubicación es el corazón del Centro Histórico, justo en la Plaza de la Constitución. Constituye el icono de los amantes de tiempos idos que consideran aun desafí­a a los cambios y transformaciones realizados en el sitio, auténtico teatro de incontables sucesos, protagonizados pos personajes diversos.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Representa indudablemente un atractivo importante por la iluminación que se le brinda, a veces con profusión, otras el olvido da cuenta con ella. En momentos singulares atrajo a cientos de admiradores en horas crepusculares y en plena nocturnidad. La vida es así­, debemos aceptar cómo centros o distractores pierden mucho.

Criterios diversos, peor todaví­a, mentalidades obtusas con algún cargo de peso, manifiestan el señalamiento aquel que sostiene: «si querés ver un ruin, dale un mando». El interés general que debe prevalecer siempre, en esas condiciones fuera de foco, les importa un comino atentar contra la población.

Pese a incontables motivaciones, cuyo espí­ritu choca contra el patrimonio nacional si son mal dirigidas, continúa el rol de gran valí­a. Desempeña el imán colectivo cuando los domingos en sus alrededores multitudes asisten a encontrar un punto de Interrelaciones. Igual que antaño pero con pequeñas variantes.

Referencia de primer orden viene a ser durante las concentraciones tumultuarias de protesta; también a pocos pasos se llevan acabo huelgas de hambre, Sin desestimar tampoco el hecho de constituir testimonios simbólicos de acontecimientos de trascendencia en nuestra convulsionada historia nacional.

Las palomas que anidan en la fachada principal de Catedral y que en vuelos rápidos desconciertan a la niñez en sus pretensiones de tomarlas en sus manos, allí­ mitigan su sed. En tanto en los bordes de la misma se congregan grupos familiares o bien los amores entre parejas confirman el mutuo atractivo.

El lado negativo no puede obviarse, ni omitirlo. La fuente, mil usos confirma el calificativo en mención. Cuando el lí­quido vital muestra su rostro de sequí­a, personas necesitadas o indigentes inclusive lavan su ropa con todo desparpajo. Agentes de la autoridad se hacen los desentendidos muy fácilmente y no pasa nada.

Y si lo anterior fuese poco, en reiteradas oportunidades dicha fuente luminosa, mil usos, saca a relucir otra faceta adicional ante la curiosidad o morbosidad pública. Personal del género femenino convierten aquella insolación, mejor expresado infraestructura fí­sica en piscina, en traje de Eva a sus anchas.

Asimismo viene a ser el fondo significativo que pervive el recuerdo y en ese orden de ideas grupos afines en diversos niveles son fotografiados al momento por la oferta de gente conformante de la economí­a informal. Sin embargo, muchos de ellos se alinean en la Asociación de Fotógrafos, cámara en ristre y a la orden.

Por otro lado, junto a la fuente aludida varias veces, menudean vendedores de toda suerte de golosinas, comida rápida y billetes de la loterí­a. Además de gente mil usos que no pierden la coyuntura donde no se paga piso de plaza en favor de las arcas municipales, en búsqueda de nuevos arbitrios y tasas.

Y como no podí­a faltar, es notorio su aspecto de ennegrecida, a causa directa del humo diésel que no deja santo parado en su indetenible afán malévolo de destruir. De consiguiente, amerita una acción inmediata que salve del deterioro tan importante obra de ornato en el pleno corazón del Centro Histórico capitalino.