Fuego se acerca a centro nuclear


Bomberos rusos combaten los incendios forestales. FOTO LA HORA: AFP VIKTOR DRACHEV

El fuego que se acercaba peligrosamente a un centro de investigación nuclear ruso seguí­a propagándose hoy, al tiempo que los bomberos trataban de apagar otros centenares de incendios en toda Rusia, donde se multiplicaron las protestas contra las autoridades por el manejo de la crisis.


Las autoridades advirtieron que habí­a progresado el incendio forestal en una reserva natural cerca del centro de investigación nuclear de Sarov (500 km al este de Moscú) donde se fabrican ojivas nucleares.

El comunicado no precisó a qué distancia se encontraban las llamas de las instalaciones.

«El foco del incendio aparecido hace dos dí­as en la parte oriental de una reserva natural, donde un rayo cayó sobre unos pinos, ha seguido ganando terreno y representa cierto peligro», indicó el responsable del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Mordovia, Viasheslav Kormilitsin.

Unos 2.600 bomberos y 200 vehí­culos combatí­an el fuego cerca de Sarov, una ciudad en la región de Nizhny Novgorod que está vedada a los extranjeros, como en la época soviética, y donde viven unas 80.000 personas.

«Actualmente los esfuerzos se concentran en contener el fuego en sus lí­mites existentes y en localizarlo», añadió el responsable.

Las autoridades afirmaron haber evacuado los materiales radiactivos y explosivos, antes de asegurar que el peligro se habí­a alejado y colocarlos de nuevo en ese centro, que al parecer está funcionando normalmente.

Otros dos sitios sensibles, el centro de reciclado de los desechos nucleares de Mayak y el centro de materiales fisibles de Snejinsk, ambos ubicados a 2.000 km al este de Moscú, en los Urales, también se vieron amenazados por los incendios, pero la situación fue controlada.

Las autoridades también estaban preocupadas por el hecho de que el fuego pudiera desprender partí­culas radiactivas en la parte occidental de Rusia que sigue contaminada luego del desastre nuclear de Chernobil en 1986.

De hecho, el fuego también quemó dos hectáreas de terreno de una zona de turberas desde el lunes a 60 km al sur de Chernobil, en el norte de Ucrania, aunque las autoridades avisaron que la situación «no presenta peligro».

Unos 500 incendios sobre 65.000 hectáreas seguí­an ardiendo en Rusia este viernes, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, 15.000 hectáreas menos que el dí­a anterior.

Tras un récord de calor que duró casi un mes, las primeras lluvias significativas cayeron sobre Moscú la noche del jueves, pero se esperaba que la temperatura volviera a alcanzar 32 grados Celsius durante el dí­a.

Una manifestación contra el alcalde de Moscú por su mal manejo de la crisis, que dejó 54 muertos, tuvo lugar en la capital. Varias personas fueron detenidas.

El humo que envolvió la ciudad de Moscú la semana pasada se habí­a disipado este viernes, aunque seguí­a habiendo un fuerte olor a quemado, pero surgieron nuevos informes que acusan a las autoridades de haber ocultado el verdadero impacto sobre la salud de la ola de calor.

Las autoridades sanitarias de la capital informaron de que la tasa de mortalidad se habí­a duplicado durante la ola de calor, con centenares de muertos más cada dí­a en comparación con el mismo perí­odo en los años anteriores. Pero las autoridades federales se han negado a confirmar esas cifras.

Algunos médicos afirmaron que se les fue prohibido inscribir la palabra «golpe de calor» como causa de la muerte de sus pacientes, según la agencia Interfax.

«No hubo una orden oficial, todo se ha hecho de verbalmente», precisó un médico citado por la agencia.