«Fue accidente»


Informe. Sir Johns Stevens, ex jefe de la Policí­a Metropolitana, muestra el informe sobre la muerte de Diana Spencer, la princesa de Gales.

Tras tres años de investigaciones en los que se estudiaron 20 mil documentos y se interrogaron cientos de testigos, la comisión oficial de investigación británica concluyó hoy que la muerte de la princesa Diana no se debió a un complot, sino que fue un «accidente trágico».


La investigación británica determinó también que la princesa Diana «no estaba embarazada» en el momento de su muerte, y que «no estaba comprometida» con su novio, Dodi Al Fayed.

Las teorí­as de que la muerte de la princesa Diana fue un asesinato son «infundadas», concluyó hoy el informe de la comisión dirigida por Lord Johns Stevens, ex jefe de Scotland Yard, que echó por tierra todas las teorí­as de conspiración que abundan desde hace nueve años.

La investigación concluyó que el accidente de tránsito en el que murió la princesa se produjo cuando el chofer perdió el control del automóvil Mercedes, al conducir demasiado rápido para escapar de los paparazzi que los perseguí­an, y bajo los efectos del alcohol y de tranquilizantes.

Diana murió junto con su novio, Dodi Al Fayed, de 42 años, y su chofer, cuando el automóvil en que viajaban se estrelló contra una columna en el túnel Pont d’Alma en Parí­s, en la madrugada del 31 de agosto de 1997.

La indagación británica confirmó los resultados de una investigación francesa que determinó en 1999 que el accidente en el que murió la princesa se produjo cuando el chofer perdió el control del Mercedes, por conducir bajo los efectos del alcohol y de tranquilizantes, y demasiado rápido.

«Si la princesa Diana hubiese usado cinturón, quizá se hubiera salvado», afirmó el ex jefe policial, agregando que el motorista, Henri Paul, manejaba «al doble de la velocidad» permitida por la ley cuando se estrelló en el puente.

Los hijos de Diana y Carlos, los prí­ncipes Guillermo y Enrique, vieron ayer una copia del informe de Stevens y estaban «desconsolados y disgustados» por la manera en que los paparazzi persiguieron el coche en que viajaba la princesa, e incluso la retrataron cuando yací­a muerta, reportó la BBC.

El informe echó por tierra las abundantes teorí­as de una conspiración que circulaban desde esa madrugada fatal en Parí­s sobre la muerte de la princesa, que apuntaban a un complot urdido por los servicios de espionaje británicos.

El padre de Dodi, Mohammed Al Fayed, propietario del lujoso almacén londinense Harrod’s, rechazó hoy el fallo del informe, manteniendo, como lo ha hecho siempre, que la pareja fue ví­ctima de una conspiración tramada por los servicios de inteligencia británicos y la familia real.

Calificando de «vergonzosas» las conclusiones del informe, el millonario egipcio aseguró en declaraciones a la BBC que el ex jefe de Scotland Yard habí­a sido «chantajeado» por los responsables de los servicios de inteligencia británica.

Tras la divulgación de los resultados de la investigación policial, se abrirá el año próximo una investigación judicial dirigida por la juez Elizabeth Butler-Sloss, que anunció que las audiencias preliminares, previstas para principios de enero, serán públicas.

En el vehí­culo iba también el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, que sobrevivió al accidente.

Ni embarazada ni comprometida

La princesa Diana «no estaba embarazada» en el momento de su muerte, y «no estaba comprometida» con Dodi Al Fayed, concluyó un informe de una comisión policial británica dirigida por Lord Johns Stevens, ex jefe de Scotland Yard, publicado hoy en Londres.

La princesa «Diana no estaba embarazada en el momento de su muerte», «ni tampoco estaba comprometida», afirmó Stevens, al presentar en una rueda de prensa el esperado informe británico que determinó que Lady Di habí­a muerto en un «accidente trágico».

Diana murió junto con su novio, Dodi Al Fayed, de 42 años, y su chofer, cuando el automóvil en que viajaban se estrelló contra una columna en el túnel Pont d’Alma en Parí­s, en la madrugada del 31 de agosto de 1997.

La indagación británica confirmó los resultados de una investigación francesa que determinó en 1999 que el accidente en el que murió la princesa se produjo cuando el chofer perdió el control del automóvil Mercedes, al conducir demasiado rápido y bajo los efectos del alcohol y de tranquilizantes.

El informe echó por tierra las abundantes teorí­as conspirativas que circulaban desde hace diez años sobre la muerte de la princesa, que apuntaban a un complot urdido por los servicios de espionaje británicos.

Las especulaciones de que la muerte de la princesa Diana y Dodi Al Fayed se debieron a una conspiración son «infundadas», aseguró Lord Stevens, al término de una investigación de tres años.

Los hijos de Diana y Carlos, los prí­ncipes Guillermo y Enrique, vieron ayer una copia del informe de Stevens y estaban «tristes y disgustados» por la manera en que los paparazzi persiguieron el coche en que viajaba la princesa, e incluso la retrataron cuando yací­a muerta, reportó la BBC.

El padre de Dodi, Mohammed Al Fayed, propietario del lujoso almacén londinense Harrod’s, rechazó hoy el fallo del informe, manteniendo, como lo ha hecho siempre, que la pareja fue ví­ctima de una conspiración tramada por los servicios de inteligencia británicos y la familia real.

Calificando de «vergonzosas» las conclusiones del informe, el millonario egipcio aseguró en declaraciones a la BBC que el ex jefe de Scotland Yard habí­a sido «chantajeado» por los responsables de los servicios de inteligencia británica.