ífrica guerras no mediáticas (Parte final)


República de Sudán. Una historia de hambre y miseria, estamos aquí­ en presencia de una autentica hambruna ocasionada por los odios étnicos y religiosos, la redistribución del poder y la administración de los recursos económicos.

Lic. Carlos Escobedo

República Democrática del Congo (Zaire). Encerrado entre la guerra y el manejo de recursos. Firmó la paz con sus vecinos Uganda y Ruanda, sin embargo prevalecen los enfrentamientos tribales.

República de Angola. El conflicto inicia a mediados de los 70 y formalmente concluye en 2002. Más de un millón de muertos y otros tantos millones de desplazados. La consolidación de la paz y el desarme continúa siendo el reto más apremiante, sumado a la miseria, desnutrición y desempleo.

República de Zimbabwe. Aislado el régimen de Mugabe por su polí­tica populista y por su posición segregacionista, el sida, el hambre, la corrupción y la falta de garantí­as polí­ticas continua siendo el dí­a a dí­a en esa rica pero a la vez empobrecida nación africana.

República de Burundi. Hutus y Tutsis manifiestan el enfrentamiento por más de una década que ha dejado como saldo miles de muertos y desplazados.

República Democrática de Somalia. Un escenario polí­tico interesante para el analista. La lucha de clanes y la radicalización religiosa ha provocado lo que para algunos podrí­a ser el «Vietnam del ífrica». Aquí­ la estrategia de largo plazo juega a favor y en contra de los intereses de los Estados Unidos.

Ruanda. No querí­a finalizar este «breve» recorrido por el continente africano sin mencionar a la antigua Rhodesia, hemos sido testigos modernos de una de los más sangrientos enfrentamientos tribales entre Hutus y Tutsis, de un vací­o de intervención absurda e inexplicable de la comunidad internacional.

¿Porque he dedicado tres espacios de la columna a escribir sobre ífrica? La primer razón: evidenciar la realidad de un rico continente que se debate entre la esperanza y la miseria, el más joven de los continentes, pero al mismo tiempo el punto de partida de las mas antiguas de las migraciones humanas. Continente con una riqueza animal y mineral, continente verde sin esperanza. La segunda razón para escribir y reseñar las guerras no mediáticas en ífrica es la de evidenciar nuevamente que cuando estamos en presencia de un conflicto que no se limitan a los intereses económicos o geo estratégicos de las grandes naciones y los «recursos indispensables» como el petróleo, estos, suelen pasar desapercibidos o mediaticamente disfrazados de lo que Fisas llama «realidades naturales», es decir ver como algo natural al conflicto mismo.

No quisiera finalizar mi breve análisis sobre ífrica sin dejar de mencionar algunas cifras que me parecen apropiadas mencionar y que nos pueden ayudar a descubrir algunas realidades de un continente que clama por la cooperación y solidaridad de la comunidad internacional.

Un cuarto de la población africana vive en extrema pobreza, un tercio en pobreza moderada. Mientras Europa, Asia y América se distribuyen la sede de las diez mayores principales compañí­as multinacionales del mundo con mas de mil sedes (inversión directa y generación capital y empleo) en ífrica solamente encontrarí­amos entre una y dos representaciones, tomando en consideración el territorio y la población, obviamente motivado por la poca capacidad de renta (la mas baja del mundo, 765 dólares).

En ífrica presenciamos el menor crecimiento anual del PIB a nivel mundial en comparación, obviamente, con el resto de naciones. Algunas naciones africanas continúan ofreciendo la menor esperanza de vida del planeta, en algunas naciones hablar de un hombre de 40 años es hablar de un anciano.

El indicador ecológico de la malaria continua siendo el mas alto del mundo, la desnutrición, el sida, el desempleo, las muertes por guerras, en fin… sólo le pido que la próxima vez que escuche de ífrica deje de lado la imagen folclórica de los safaris y medite un poco más sobre las realidades de este maravilloso y rico continente que merece obviamente un mejor destino.

El déficit de la democracia y los factores sociales mencionados y que hacen falta sumar ha incidido que el esfuerzo de los Objetivos del Desarrollo del Milenio enfoque sus esfuerzos en ífrica. De los ODM y su vinculación directa con Guatemala habré de referirme en otra ocasión.

Politólogo guatemalteco con Orientación en Relaciones Internacionales y estudios de post grado en Polí­tica y Derecho Internacional.