La Agencia Internacional de Energía (AIE) revisó a la baja hoy sus previsiones de demanda mundial de petróleo para 2008 debido a la desaceleración económica, en particular en Estados Unidos, que tendrá un impacto sobre el mercado del oro negro.
«La desaceleración que se perfila» en la economía mundial, con la amenaza de recesión en Estados Unidos, podría «influir en la tendencia del mercado» en los años venideros, advierte la AIE, que representa los intereses energéticos de los países consumidores.
La Agencia bajó su previsión de demanda en 0,2 millones de barriles por día (mbd), con lo cual quedó situada en 87,6 millones; esa cifra representa una progresión de 1,9% para este año, frente a 2,2% prevista el pasado julio.
Sin embargo, la AIE subraya que aunque la demanda se reduce en los países industrializados, sigue «siendo sólida en China y Medio Oriente», motores del consumo petrolero mundial.
Sin ir más lejos, la demanda china sigue siendo impresionantemente fuerte y en diciembre acumuló un crecimiento anual de 6,1%.
El informe prevé también un frenazo en la demanda de carburante este año debido a los precios del crudo y a la desaceleración económica.
Paralelamente, la AIE revisó al alza su previsión de oferta mundial para el mes de enero en 745 mil barriles, lo cual la sitúa en 87,2 mbd, gracias al desarrollo de la producción en Brasil y al retorno a la normalidad en Azerbaiyán, China y México.
Al mismo tiempo, la producción fuera de la Organización de Países Exportadores (OPEP) aumentará en un millón de barriles al día, sobre todo en la segunda mitad del año, mientras que la de la OPEP quedará estable en enero con respecto a diciembre, en 32 mbd.
Pese a las perspectivas económicas mundiales en baja y a la reciente alza de la producción, la AIE no ve una mejora en el suministro.
Después de replegarse por debajo de 86 dólares a finales de enero, «los precios aumentaron debido a las perturbaciones en Nigeria y a los problemas políticos en Venezuela». Todo ello pese a las malas noticias económicas procedentes de Estados Unidos, subrayó Lawrence Eagles, principal analista en la AIE.