Los candidatos chilenos, el oficialista Eduardo Frei y el derechista Sebastián Piñera, se enfrentaron este lunes en un debate en el que mostraron sus abismales diferencias sobre Bolivia y derechos humanos, en la recta final de la campaña electoral.
A escasos seis días de los comicios, el ex presidente Eduardo Frei sorprendió al señalar su disposición a discutir el pedido de salida a soberana al mar de Bolivia por territorio chileno, un tema muy sensible en su país.
«Yo creo que el tema de soberanía es un tema a discutir más adelante. Siempre, en materia internacional, uno tiene que tener la capacidad de buscar alternativas y soluciones», dijo Frei cuando un periodista le preguntó si consideraría esa solución para la relación bilateral.
Con buenos reflejos, el derechista Piñera señaló que discrepaba respetuosamente con Frei. «El territorio, el mar y la soberanía chilena nos pertenece y un presidente debe defenderlas siempre», señaló.
«Vamos a facilitar el acceso de Bolivia a nuestros puertos para que lo puedan usar para el comercio exterior, pero no vamos a ceder ni territorio ni mar», indicó Piñera.
Bolivia perdió 128.000 km2 de territorio y 400 km de costa sobre el océano Pacífico en la guerra del Pacífico en el siglo XIX, y busca recuperar ese acceso.
Piñera, un multimillonario, tuvo igualmente que responder sobre la incompatibilidad que significaría ser presidente del país y propietario de una parte de la aerolínea LAN, que tiene operaciones varios países de Sudamérica y en particular en Perú. «Me desharé de LAN antes de asumir» la presidencia el 11 de marzo, dijo.
Frei fue consultado sobre sus relaciones de amistad con los ex presidentes argentino Carlos Menem y peruano Alberto Fujimori, ambos con muchos problemas con la Justicia.
«Cuando uno es presidente trata con personas en una relación institucional», se defendió.
Consultados sobre Venezuela, Piñera dijo que el gobierno del presidente Hugo Chávez «no es una democracia como tal, pues no se respetan la separación de poderes y no hay alternacia de poder».
Frei resaltó que Chávez ha ganado varias elecciones, aunque reconoció que «hay muchas prácticas que no corresponden a lo que es una democracia».
El tema de DDHH partió cuando Piñera señaló que no descarta designar en su gobierno, en caso de ganar, a personas que hayan trabajado en la dictadura de Augusto Pinochet, aunque dijo que no contempla nombrar a quienes hayan sido ministros de esa época.
«El hecho de haber trabajado para un gobierno sin haber cometido delitos, ni haber atentado contra los derechos humanos, no es ningún pecado», dijo Piñera.
Al ser interrogado sobre ese mismo tema, Frei respondió: «evidentemente que no vamos a incorporarlos», dijo el candidato de la Concertación, una coalición de centro izquierda con 20 años en el poder tras la caída de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«Parte de mi sector (la derecha chilena) cometió errores» durante la dictadura de Pinochet, admitió Piñera, al reconocer que supo «desde el primer día que se estaban violando los derechos humanos» en el régimen militar.
El empresario reafirmó que es contrario a una ley de «punto final», que ponga término a los procesos abiertos contra militares chilenos por crímenes de lesa humanidad.
Frei resaltó el hecho de que pocas horas antes del debate se hubiera inaugurado un museo de la Memoria en Santiago en memoria de las víctimas de la dictadura de Pinochet, mientras Piñera se lamentó de no haber sido invitado al acto.
Los analistas esperaban que el debate, transmitido por todos los canales de televisión abierta, fuera determinante para el amplio grupo aún de indecisos, que suman entre un 12 y un 13%, de acuerdo a los últimos sondeos..
Una última encuesta en las grandes ciudades de Chile, publicada el domingo por el diario El Mercurio, le dio a Piñera 46,1%, con una ventaja de 5,1 puntos frente a Frei (41%) en la intención de voto, un resultado que sugiere que la contienda va a ser más reñida de lo que parecía indicar el resultado de primera vuelta.