El banco francés Société Générale centraba la atención de los mercados hoy, un día después de haber anunciado que fue víctima de un fraude millonario por parte de un empleado, lo cual plantea interrogantes sobre la seguridad del sistema bancario.
La principal preocupación de las autoridades francesas, comenzando por el presidente, Nicolas Sarkozy, era hoy tranquilizar a los 10.5 millones de clientes del banco, que sufrió 4.900 millones de euros de pérdidas (7 mil 100 millones de dólares) por las operaciones incontroladas de un joven corredor.
Este fraude interno «no afecta a la solidez y fiabilidad del sistema financiero francés», afirmó Sarkozy.
«Ningún cliente ha perdido nada, el contribuyente no se verá afectado de ninguna manera», insistió el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer.
Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, que preside el Eurogrupo, subrayó hoy la fortaleza de los bancos franceses. «Tenemos la seguridad de que el sistema financiero y bancario franceses son sólidos y no hay que preocuparse por esta cuestión», aseguró.
En la bolsa de París, la acción de Societé Générale ganaba un 1,66% a media sesión y valía 77 euros, después de que ayer cerrara en baja de 4,14%.
Daniel Bouton, presidente de este banco, el tercero de Francia y uno de los más importantes de Europa, comunicó ayer que durante el fin de semana la entidad descubrió las operaciones fraudulentas de uno de sus corredores, que había conseguido evitar todos los sistemas de vigilancia del banco para realizar durante un año operaciones no autorizadas de entre 50 mil y 75 mil millones de euros.
Hoy, la fotografía de este joven corredor de 31 años, llamado Jerome Kerviel, era primera página de la prensa europea, mientras que muchos analistas apuntaban que era imposible que un hombre solo haya podido provocar semejante fraude.
Frente a las dudas que suscita este asunto, Noyer aseguró que estaba «convencido» de que los resultados negativos no eran culpa del banco, al que algunos analistas acusaron de querer disimular en este fraude pérdidas vinculadas a la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos (subprime).
Según la fiscalía de París, que ayer abrió una investigación preliminar, «es prematuro sacar conclusiones» sobre las circunstancias del fraude.
«En este momento, no podemos decir qué hay tras este asunto», afirmaron fuentes del tribunal.
Sin embargo, para el secretario general del sindicato CFDT, Franí§ois Chéreque, este asunto muestra «un verdadero problema de regulación, de control del capitalismo financiero».
«Â¿Qué van a pensar las personas que tienen sus ahorros en estos bancos, que confían en ellos y guardan dinero para la jubilación?», se preguntó, pidiendo una «mayor transparencia mundial».
Para el diputado socialista Henri Emmanuelli, «hay dos hipótesis: Bien este joven escapó a todos los controles, lo cual prueba que estos no se hacen correctamente, bien pasó otra cosa» diferente que la que no existen elementos todavía para pronunciarse.