El conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolí¨ne Royal intensifican sus gestos hacia el centrista Franí§ois Bayrou y sus casi siete millones de electores, un preciado tesoro de cara a la segunda vuelta de las presidenciales, el próximo 6 de mayo.
De un campo y de otro, claramente o dando rodeos, el martes se multiplicaron las declaraciones que pedían el apoyo de Bayrou, quien de la noche a la mañana se ha convertido en inesperado árbitro del duelo final del que surgirá el sucesor del presidente Jacques Chirac.
«Vamos a dirigirnos a los electores de Bayrou y a los de izquierda y extrema derecha para demostrarles que en nuestro proyecto hay elementos que responden a muchas de sus expectativas», declaró Franí§ois Fillon, consejero político de Sarkozy, que obtuvo un 31% de los votos el domingo.
Del lado socialista, el primer secretario del partido, Franí§ois Hollande, pidió a Bayrou que asuma «sus responsabilidades».
«Debe elegir. Aquellos que se unan al pacto presidencial de Royal, vengan de donde vengan, son bienvenidos», insistió el martes.
El lunes por la noche, en sus primeros mítines después de la primera vuelta, los dos finalistas tendieron una mano a Bayrou.
Sarkozy insistió en que «no hay que estar de acuerdo en todo» para formar un frente común y Royal instó al líder centrista a llevar a cabo «un debate abierto y púlbico» sobre el programa electoral socialista.
Además y según fuentes de su partido, la candidata de izquierda, que consiguió casi un 26% de los votos el domingo, va a enviar una carta a Bayrou citando los puntos «de diálogo posible» entre ellos comenzando por «educación, construcción europea, ecología o empleo».
Con un 18,57% de los votos, es decir, 6,8 millones de electores, el líder del partido Unión por una Democracia Francesa (UDF), hasta ahora un hombre relegado a un discreto segundo o tercer plano en la política de este país, se ha convertido en un elemento imprescindible.
Gran perdedor-ganador de la primera vuelta el domingo, Bayrou, de 55 años, no logró su ansiado billete a la segunda vuelta pero vive un momento de gloria inesperado del que intenta sacar el mayor provecho.
De buena fuente se supo el martes que el líder centrista no se dignó a responder a Royal y Sarkozy, que le llamaron por teléfono el lunes y tuvieron que resignarse a dejar un mensaje en su contestador.
El miércoles, Bayrou anunciará ante la prensa cómo piensa sacar partido a sus votos, aunque desea prolongar el misterio y parece poco probable que decida inmediatamente apoyar a uno o a otro.
«Hay una fuerza nueva en Francia. Es una fuerza de renovación que se ha puesto en marcha y nada podrá detenerla», declaró Marielle de Sarnez, directora de campaña de Bayrou.
Probablemente, su rueda de prensa estará más concentrada en su estrategia para las legislativas del 10 y 17 de junio y en su empeño de crear un nuevo partido «demócrata» de «centro independiente». En este momento, la UDF cuenta con una modesta representación: 29 diputados, 33 senadores y 11 eurodiputados.
Según Fillon, Sarkozy, si es elegido, formará un gobierno «muy abierto» que incluirá a personalidades de centro y de izquierda.
Por ahora, el candidato conservador es favorito para la segunda ronda en la que, según los sondeos, contaría con entre 52 y 54% de intenciones de voto.
«Estamos dispuestos a hablar con todo aquel que lo desee», confirmó Brice Hortefeux, cercano colaborador de Sarkozy, subrayando que el candidato reconocía el mérito de «la campaña» realizada por otros políticos, «sobre todo por Bayrou».
Por su parte, el ex ministro socialista de Interior Jean Pierre Chevenement, consideró que «si Bayrou quiere que su sensibilidad esté presente en el paisaje político le conviene que Royal sea elegida».
La UDF ya formó parte del actual gobierno conservador de Chirac, pero después rompió con la mayoría en el poder e incluso votó una moción de censura socialista contra el gobierno, para subrayar su independencia.
El conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolí¨ne Royal participarán en un debate cara a cara en la televisión francesa el 2 de mayo, cuatro días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en este país, confirmaron allegados de Sarkozy.
El debate será la primera ocasión en que los dos finalistas de la segunda vuelta defiendan, uno frente al otro, sus propuestas de gobierno.