Franceses y tailandeses buscan avión en Laos


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Equipos de expertos franceses y tailandeses provistos con equipo de sonar de alta tecnología recorrían hoy las aguas turbias del río Mekong para dinamizar la búsqueda de los cadáveres faltantes y los restos del avión de la empresa Lao Airlines que cayó en el lugar hace tres días.

Por JERRY HARMER PAKSE / Agencia AP

En la orilla del río, un grupo de monjes budistas con túnicas azafranadas efectuó una ceremonia de oración por los 49 ocupantes del vuelo QV301 de Lao Airlines, todos los cuales aparentemente perdieron la vida en la tragedia.

El avión turbohélice ATR-72 se estrelló el miércoles cuando se preparaba para el aterrizaje en medio del mal tiempo en el aeropuerto de la ciudad de Pakse, en el sur de Laos. El aparato cayó y desapareció en el río Mekong, el más grande del sureste de Asia. La mitad de los ocupantes de la aeronave eran extranjeros de nueve países.

Para el sábado por la tarde, las autoridades habían recuperado 36 cadáveres e intentaban identificar a varios de ellos, dijo Yakua Lopangkao, director general del Departamento de Aviación Civil de Laos.

El avión fue entregado en marzo, lo cual ha suscitado la interrogante de cómo fue que se estrelló un aparato prácticamente nuevo.

Hasta el sábado, casi no había avance en los esfuerzos para localizar más cadáveres así como la grabadora de información de la aeronave, o caja negra, debido a la falta de personal y equipo en este país pobre del sureste asiático, el cual carece de capacidad para la gestión de desastres.

«No hemos logrado localizar aún el avión, pero llegaron los equipos de Francia y Tailandia», dijo Yakua. «Los dividimos en varios equipos para que hicieran búsquedas simultáneas en dos o tres lugares. Creemos en que uno de estos puntos encontraremos la caja negra», apuntó.

Los equipos francés y tailandés emprendieron el sábado sus labores en pequeñas lanchas para escudriñar el río con equipo de sonar, un marcado contraste con los días previos en la que aldeanos laosianos intentaban ver por las aguas turbias del río desde embarcaciones rústicas largas.

Buzos con aletas de la armada tailandesa buscaron bajo las aguas las grabadoras de la información de vuelo y de voz, cuyo contenido podría ayudar a determinar si la caída del aparato se debió a un error humano o una falla técnica.

Tailandia también envió un avión militar de transporte C-130 con especialistas y equipo, entre éste sistemas de sonar de alta tecnología, para localizar objetos en el lecho del río.

La agencia francesa que investiga los desastres aéreos, la BEA, dijo que envió cuatro investigadores para que asistan a Laos en las investigaciones. Dijo que el equipo trabajará con asesores técnicos de la ATR, la fabricante franco-italiana de la aeronave.

Según la aerolínea, viajaban en el avión 44 pasajeros y cinco miembros de la tripulación. De los pasajeros, 16 eran de Laos, siete de Francia, seis de Australia, cinco de Tailandia, tres de Corea, tres de Vietnam y uno de China, Malasia, Taiwán y Estados Unidos.